La firma
Antonio Fernández Jurado
¿Derribando su muro?
Los afanes
Hace años una austríaca llegó a nuestro país y al conocer la universidad española dijo: "Esta universidad es un kindergarten de adultos". Y tenía razón. Con el paso de los años, esta sentencia se ha convertido en una realidad, aunque nos pese. La realidad, en nuestra universidad, supera a la ficción.
Años atrás un aspirante a profesor debía realizar un Curso de Aptitud Pedagógica (el CAP), que valía unos cientos de euros (al cambio). Ahora debe hacer un Máster de Secundaria (el MAES) que cuesta mil y pico de euros (en la pública) y miles de euros en la privada. Y ese MAES es controlado por la universidad. Pero debemos recordar que la universidad es enseñanza universitaria, y el maestro o profesor de los centros educativos ejercen su labor en la enseñanza no universitaria. Es decir, ¿qué pinta la universidad en todo esto? ¿qué hace el kindergarten acaparando?
Ahora se han reunido los decanos de las facultades de Educación para adjudicarse el control de otro proyecto que ya viene de lejos (de Rubalcaba, de Gabilondo), el famoso MIR Educativo. Pues los decanos del kindergarten de Educación quieren hacer lo mismo que hicieron con el MAES, pero ahora con el MIR Educativo. La universidad española (que es enseñanza universitaria), debe dedicarse a formar y a incentivar (menos Aneca y más humanidad) a sus profesores, y a dar calidad en la enseñanza a sus alumnos. Y olvidarse de la enseñanza no universitaria. Zapatero a tus zapatos. Se ve que la mano económica tiene un poder fundamental en esto. Mano económica y mano de poder. ¿Quién sale perjudicado? La sociedad.
La capacitación docente, pedagógica y didáctica de los aspirantes a la función pública docente no universitaria, debe estar en manos de los Centros de Profesores, coordinados y supervisados por una comisión de las Consejerías de Educación. Seguro que todo funcionaría mejor. Allá donde la universidad mete la mano siempre ocurre que los cientos de euros pasan a ser miles, que se desconoce el sentido primero de la vocación docente, y que se vuelven todos alumnos de kindergarten de la Aneca. Por favor, dedíquense a lo suyo, que tienen mucho trabajo. Y dejen trabajar a los profesionales de la enseñanza no universitaria, que de eso saben mucho más que ustedes.
La matrícula de honor de ahora es un cero de antes. Aunque no lo crean. Guarderías, jardines de infancia para adultos. Las personas de la universidad española con un perfil de la Aneca, se caen al suelo y suena a hueco.
También te puede interesar
La firma
Antonio Fernández Jurado
¿Derribando su muro?
La esquina
José Aguilar
¿Tiene pruebas Aldama?
El balcón
Ignacio Martínez
Motos, se pica
Por montera
Mariló Montero
Mi buena vecina