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ESTE domingo acaba el Salón Internacional del Cómic de Huelva. Cierra la 17 edición, camino ya de la vigésima, como referente en la ciudad cada primavera, agitador cultural y movilizador de público durante cuatro días. También confirmado ejemplo de la unión de administraciones en el apoyo de iniciativas ajenas.
En la inauguración del jueves, uno de los ilustradores onubenses más reconocidos en la actualidad, Antonio Hitos, entre los invitados especiales de este año para compartir su trabajo, apuntó, precisamente, la necesidad de reconocer y alentar propuestas culturales en Huelva que no sean propias de los circuitos oficiales e institucionales.
Los hermanos Macías tuvieron la visión de crear este foro anual en Huelva y han tenido la capacidad de incorporar alrededor de la asociación 6 Viñetas, entre colegas de afición y trabajo, a las administraciones públicas. A todas las llevan de la mano para participar e implicarse de distinta forma cada año en una iniciativa que se mantiene sin perder su esencia, basada en la sencillez de sus creadores y su público. Gerardo, Ciro y Marco han seguido inspirando y persuadiendo a todos para que Huelva tenga una actividad que gana seguidores y reconocimiento fuera.
Esa imagen de las autoridades presentes en un acto de inauguración, como la que se dio el jueves en la Casa Colón, se repetía también cada año en la apertura de Latitudes, el Festival Internacional de Fotografía que Huelva ha perdido para siempre en este mismo año 2023.
Esa aparente unidad y apoyo de lo público fue insuficiente para garantizar o contribuir a su supervivencia y su futuro, a pesar de que Huelva había conseguido su propia marca, Latitudes, en el ámbito de la fotografía nacional e internacional. Ahora se ha perdido por un cambio de ciclo necesario por la retirada de su creador, sin que en Huelva se haya sido plenamente conscientes del valor que tenía como patrimonio cultural inmaterial, muy a pesar de todos los factores (no pocos) que siempre jugaron en contra de su desarrollo.
Con el Salón del Cómic no puede pasar esto en el futuro. No se puede repetir lo de Latitudes, que ya bastante vergonzoso es. Aunque la situación y el momento son distintos, sin que se aventure ningún peligro para su continuidad, sí es cierto que habría que apuntalar la base en la que se asienta y permitirle un crecimiento progresivo y sostenido en los próximos años. Claro es que, a diferencia del festival de fotografía, también su dimensión es mucho más modesta, pero hay que reconocer que su proyección es igualmente grande, valiosa, incalculable en algunos términos, por su capacidad de alcanzar a un público mayoritariamente joven e inmerso durante cuatro días en un ambiente cultural, positivo y constructivo.
Sigue cargando el mundo del cómic, y todo su universo asociado, con el estigma de ser considerado por muchos un reducto de adolescentes y adultos anclados en su pasado infantil, incomprendidos. Y esa idea, aunque vaya disminuyendo, no deja de ser una muestra de los prejuicios e intolerancia de una generalidad social que no se esfuerza en conocer y entender una manifestación cultural que es una extraordinaria aliada para fomentar las inquietudes de los jóvenes.
Para muchos de ellos, el cómic, los tebeos, son la puerta a la lectura y las artes plásticas. Es para ellos un modo de socializar, relacionarse, compartir y disfrutar, distinguiéndose, seguro, de una masa cada vez más opaca, negativa y destructiva en cualquier lectura que se haga de la vida cotidiana que no rodea. Y para verlo no hay nada como pasearse cada día por las redes sociales, convertidas en foco del desabrimiento.
Como Antonio Hitos o Leticia Morgado, la otra gran dibujante de Huelva que también comparte protagonismo con otros artistas invitados esta edición, este Salón del Cómic de Huelva es una oportunidad para descubrir una afición, hacer amistades nuevas, desarrollar inquietudes y, por qué no, encontrar un medio de expresión y de vida, como también muchos artesanos y comerciantes que participan cada año en la Casa Colón.
Es muy necesario que haya una oferta cultural diferente, fresca, imaginativa, divertida, alternativa, que se salga de los programas oficiales, como este rebautizado Chocómic que ha llevado estos días a escolares, familias y mucha juventud cada día a conocer un poco mejor y disfrutar entre viñetas, juegos y disfraces.
Puede que aún esté a tiempo de acercarse y descubrir este fantástico Salón del Cómic, si aún no lo ha hecho ya, que los hermanos Macías y el resto de la asociación 6 Viñetas han sabido compartir con todos los onubenses de manera humilde y dando ejemplo de cómo reunir apoyos institucionales, que deben crecer mucho más para asegurar un desarrollo como merece esta iniciativa.
Seguro que Marco Macías, allá donde se encuentre, sigue muy cerca lo que hacen sus hermanos y sus amigos, y está muy orgulloso de cómo se han adueñado un poco más de la programación cultural de Huelva cada mes de mayo. Porque así se construye ciudad también y se acerca la cultura a una juventud muy necesitada de estímulos y referentes positivos.
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