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José Antonio Carrizosa
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Los afanes
Hoy leo a Hanni Ossott, su libro Canto de penumbra. En uno de sus poemas escribe: "Como si ya no hubiese cielo / como si ya no hubiese tierra". Y ya no hay nada, queda poco. Se pasea por la ciudad y la tristeza inunda los ojos que sobresalen del rostro, perceptibles tan solo por el uso de la mascarilla. Ahora las redes sociales están en auge. Es como si la realidad y la falsedad se hubieran trasladado digitalmente al centro de nuestras vidas. Es como si creyéramos que somos alguien por añadir y añadir textos o fotos a unas mal usadas redes sociales.
Las redes sociales están limitando nuestra libertad con nuestro propio consentimiento. Ya están en nuestras vidas, forman parte de ellas controlando nuestra libertad. Si dices algo que la red en cuestión considera que no está bien, te eliminan y dejas de existir, dejas de ser ante tus ojos y los ojos de los demás, aunque no olvides que sigues siendo, y eres mucho más libre que cuando estabas en ellas.
La libertad era y es un bien muy preciado, la libertad era y es bella, pero la libertad está desapareciendo y un día despertaremos sin ella. Da la impresión de que nosotros mismos la estamos eliminando de nuestras vidas, porque nos culpan por todo, nos han convertido en culpables de todo cuanto pasa y de todo cuanto existe, a través de esa propia culpa y a través del miedo.
Una de las observaciones más visibles que se nos presenta, son las mentiras de los medios de comunicación. Hay medios que mienten. ¿Porqué lo hacen? He podido comprobar con mis propios ojos que cuestiones que se relatan en ellos son falsas. Tal vez las he vivido en primera persona y nada tienen que ver con aquello que leemos o escuchamos. Incluso podemos afirmar que lo que ha ocurrido en realidad es todo lo contrario a lo que se nos indica. Curiosa pantomima. Han dejado de ser veraces para hacernos menos libres. La libertad posee grandezas, y una de sus mayores grandezas es que dos personas con la misma educación poseen distintas opiniones sobre los aspectos fundamentales, incluso sobre aquellos que no son fundamentales.
Somos cantos de penumbras. La libertad no puede computarse como una estadística más, debe ser protagonista de nuestras vidas, de nuestros actos. Hemos abandonado la alegría, el contacto. Hanni Ossott en otro poema nos dice: "Hay noticias que no permiten el poema". Tenemos poco tiempo para decidir y afirmar que debemos seguir siendo libres. Y no olvide, usted no es el culpable, y de lo que cuentan no se crea nada. Y sin miedo. Así es como se deben mejorar las ideas.
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