La ciudad y los días
Carlos Colón
Nunca estuvieron todos
Caleidoscopio
SE acumulan los libros, afortunadamente, aunque uno no tenga tiempo para considerarlos todos en esta columna, en la que saben quienes me leen, cuyo favor les agradezco cordialmente y quienes lo agradecen expresamente, de esta dedicación a los autores de Huelva que los publican, lo cual es toda una bendición y así lo reconocen. Y a veces falta tiempo para leer hasta un conciso pero intenso y bien aprovechado opúsculo como el que hoy me ocupa. Es un pequeño y breve ejemplar que se titula Lienzo, una revista que publica la Universidad de Lima y que en el número 29 de su Fondo Editorial se dedica enteramente al poeta onubense Juan Drago.
Es un honor y un acto de justo reconocimiento que una universidad como esta peruana otorgue su atención a un autor de la categoría del poeta de Rociana, que se inicia con una entrevista titulada Todas las luces por esa luz: Sobre la obra poética de Juan Drago, en la que éste revela sus principios, sus orígenes poéticos, sus nobles raíces líricas y lo que el entrevistador, Julio Mendívil, llama "una actitud de búsqueda e inserción en la tradición de los grandes poetas de la región andaluza, como Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado", que Drago confirma y que el entrevistador invoca "por un tono marcadamente simbólico pero que desde muy temprano empezó a fundirse ya con una voz reflexiva, que marca esa segunda fase" de su producción creativa.
Tras la intensa y acertada entrevista que tanto y tan entrañablemente nos descubre el alma y el espíritu creativos de Juan Drago, sigue otro interesante capítulo que tiene de por sí un título revelador y un contenido muy convincente en el que el autor se plantea el posible "carácter subjetivo" de la crítica. Y otorga el vocablo luz o sus correlatos que "adquieren una función estructural en la poesía del poeta español Juan Drago" y añade el articulista "he recurrido al método propuesto por Alfonso de Toro para el análisis de textos poéticos que se presenta… como una alternativa convincente".
Lo que sigue es un profundo estudio sobre la obra de Juan Drago, en el que, entre otros interesantes conceptos, se opina que el poeta onubense, que comparte con poetas consagrados de la posguerra "algunas inquietudes… su escritura se acerca más a la experiencia de poetas andaluces como Juan Ramón Jiménez, Leopoldo de Luis", Caballero Bonald o Antonio Carvajal, que recurrirán una y otra vez a la contemplación del paisaje como fuente de inspiración".
Se insiste más tarde en La luz como elemento estructural de la poesía de Juan Drago y se transcribe íntegro el poema Estuario del sueño, de su libro Con un río en los brazos, 1984, (luego se reproducirán otros) que empieza con aquel hermoso verso Sólo el puro principio de tu nombre empapado de lluvia… Luz, mar… Viajero de la luz (2004)… De la luz en el agua (1981-1984), por tantos motivos memorable… Lienzo, esta revista de la Universidad de Lima, no hace más que revalidar el extraordinario valor poético de Juan Drago, que en tanta estima tenemos.
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