¿Nos alegramos o nos enfadamos con el avance del AVE a Huelva?

Huelva/Acabamos una semana de celebración por la licitación del AVE. Histórica. O quizás no tanto. Recuperamos el momento en el que nos encontrábamos en febrero de 2009. Ese mes, el día 3, se licitó la redacción de los proyectos constructivos de los cinco tramos del AVE entre Huelva y Sevilla. Ahora, 16 años, 1 mes y 16 días después, volvió a salir a licitación la elaboración del proyecto para la nueva alta velocidad. En medio, un lapso que parece, demasiado, una condena.

Desde esta semana toca celebrar y toca estar recelosos. ¿Hay que alabar o hay que criticar? Ni lo uno ni lo otro. Para festejar, realmente, el cumplimiento de una condena menor. Hace solo un año, el día 15 de abril de 2024, se enterraba desde el Gobierno el sueño de Huelva con el AVE cuando el ministro Óscar Puente rechazaba hacer “una inversión bestial” que “no compensaba”. La alarma saltó. Y tras 11 meses y 4 días llegamos a esta licitación que lo cambia todo. Un giro de 180 grados. Por una vez, para mejor. Ya nos tocaba.

Eso sí tiene una respuesta obligada, justa, educada y agradecida, al Gobierno por tamaña rectificación. Y al margen de quién se atribuya el mérito de la más efectiva persuasión. Sea la sabiduría del ministro, los informes técnicos, la presión social onubense, la política, nuestra alcaldesa, la Comisión de las Infraestructuras, o un señora de Huelva que acaba de cumplir 86 años y que es capaz de convencer a quien haga falta. Incluso este periódico, que seguro ha contribuido como ningún otro a dar calor al Ministerio con el tren. Pero ninguno tendremos razón porque es muy probable que la tengamos todos. En conjunto.

Sin importar quién esté detrás, lo relevante del momento sí es que volvamos a un punto que no debimos perder hace 16 años. Y que el Gobierno haya cambiado de rumbo para tomar la dirección que le pedimos hace 35 años.

Sólo por eso, ya tiene nuestra felicitación y nuestro agradecimiento el ministro Puente. Porque igual que antes criticábamos su vacío y su desdén a Huelva, ahora debemos aplaudirle por saber volver tras sus propios pasos. Y no por hacerlo defendemos menos a Huelva o nos vendemos al último anuncio, la última promesa. Esto no va de eso, ni por uno ni por otro lado.

Y si, encima, el ministro conoce a Concha, la escucha, queda con ella y le regala una tarta de cumpleaños con una licitación de AVE en su día, el 19 de marzo, hay que reconocerle el tacto y los detalles que él mismo escribió en un artículo que publicamos hace unos días en este periódico, y que, posteriormente, su nueva amiga de Huelva nos confirmó.

Fue Concha, esa mujer que vive en la Gran Vía onubense, quien se le quejaba de los retrasos de una de sus hijas cada vez que viene a verla en tren desde Madrid, y de las dificultades propias para ir a la capital por estas pésimas comunicaciones. Concha no es de casarse con un político por una cuestión así, ni con nadie, que para eso ya tuvo a su marido, a quien perdió precisamente el mismo día de su cumpleaños. Ahora Óscar Puente la ha hecho feliz otro 19 de marzo, regalándole a ella y a sus hijos un recuerdo más bonito para incorporar a la historia familiar. Y que se ande con cuidado el ministro, que cuando ella dice que estará pendiente de que cumpla los plazos, seguro lo hará.

Las otras DIA que se perdieron

Volvemos a los lapsos condenatorios. El 7 de agosto de 2008 se publicó en el BOE la Declaración de Impacto Ambiental favorable al Estudio Informativo que se había redactado en diciembre de 2002, el primero de este tren para Huelva. El 12 de octubre pasado se hizo oficial, también en el boletín, la DIA del segundo y último estudio de la línea. Esta vez, 16 años, 2 meses y 5 días después. Demasiado tiempo para celebrar. O, precisamente mucho tras una remontada maratoniana llena de obstáculos hasta la extenuación, para confiar en no volver a la casilla de salida, como ocurrió en septiembre de 2013, al caducar la primera DIA.

En octubre de 2028 lo hará la DIA en vigor si no se mueve antes una pala de tierra o empieza a dar vueltas una hormigonera para las nuevas vías. Hablamos de 3 años y 7 meses, sólo 41 meses por delante, si no llega una prórroga que sume 24 más, frente a los 42 meses de plazo de ejecución para redactar los proyectos de los cinco tramos. Y aunque alguno llegue antes, como asegura Adif, todavía quedará licitar y adjudicar las obras. Y empezarlas. Por eso se debe entender en Madrid que nos asusten los tiempos del pliego de esta semana y que se mire con lupa el almanaque. Por eso cabe la alegría en Huelva pero no la euforia.

El miércoles fue un día histórico pero no tanto. Históricos fueron los días en que caducaron la DIA del anterior Estudio Informativo y del CEUS, el Centro de Ensayos de Sistemas No Tripulados, en Moguer. Tenemos experiencia negativa. Y por aquello de que no hay dos sin tres, no hay manera de que espantemos la mosca detrás de la oreja.

Pero como somos de provincias, educados y buena gente –no ingenuos–, felicitamos a Óscar Puente y miramos de nuevo con optimismo al frente. Y ya le pediremos a Concha que le vaya wasapeando a su ministro de cabecera, ya que tiene mano con él y tampoco tiene filtro, como reconoce. Es la némesis perfecta para neutralizar al villano favorito de Paco Muñoz.

Entonces, ¿celebramos o criticamos el avance del AVE? ¿Nos alegramos o nos cabreamos? Si hay que elegir, siempre lo primero.