Caleidoscopio
Vicente Quiroga
Ómnibus
Cada 31 de enero la figura de San Juan Bosco se nos hace presente en el recuerdo a esa entrega docente que la Comunidad por él fundada ha repartido, en tantos bienes culturales y espirituales por el mundo.
Una figura llena de santidad nacida hace más de doscientos años que marcó una estela indeleble en la educación juvenil.
En Huelva, tenemos la suerte desde hace muchos años, de tener un Colegio salesiano que es orgullo para la enseñanza de los jóvenes que en él se forjan para el futuro.
Pero también para muchos de nosotros San Juan Bosco tiene una aceptación cuya línea hemos seguido y recordado anualmente, aunque ahora parece olvidada. San Juan Bosco es el Patrón de la Cinematografía, y en algunos lugares se le rinde estos días un bello recuerdo, bajo esa industria que revolucionó el mundo ante el descubrimiento de los Hermanos Lumiere, en el Salón Indio de París.
El Cine, un invento sorprendente que pasó por ser una fotografía con movimiento, que aprendió hablar y que más tarde tuvo su color natural de vida, en un cauce de cultura y arte de primera línea. Su nacimiento y expansión dio una nueva luz al mundo, y su llegada a España, no lo podemos olvidar, se debió a un onubense, Francisco Elías, productor y realizador del primer film nacional sonoro en 1929, titulado “El misterio de la Puerta del sol”. El Ayuntamiento de Huelva le rindió un justo homenaje y recuerdo rotulando una calle de la ciudad con su nombre.
En la década de los cincuenta y sesenta del pasado siglo, un grupo de amantes del cine mantuvo esta celebración de San Juan Bosco con sencillos actos de reconocimiento alrededor del entonces existente Cine Club, en el que muchos intervenimos, y de forma muy principal mi querido amigo José Luis Ruíz, con reuniones que celebrábamos en el desparecido Hotel Victoria, en la calle de los Herreros, hoy José Nogales, así como el magnífico crítico de cine y periodista Vicente Quiroga, a quien hay que agradecer siempre su magisterio y saber cinematográfico y sus artículos semanales, donde nunca olvidaba dar constancia de esa afición al cine desde temprana edad.
Huelva pasó de aquel Cine Club y del Cine Fórum al que algunos recordarán, que desarrollábamos en el Cine Oriente, en sesiones que comenzamos con la polémica película “El Renegado”, de ahí, al Festival Iberoamericano, famoso ya en medio mundo, gracias al empeño durante cincuenta años consecutivos de esfuerzos y voluntad. Pero el Cine es, forzosamente, una industria con sus altibajos de carácter económico, que ahora al terminar este año 2024 da unas cifras más bajas que el anterior en asistencia a las salas de proyección, y por lo tanto de recaudación.
Pero el haz luminoso, parpadeante sobre la pantalla, continúa, se mantiene, y eso es así porque es Cine, y seguirá siempre siendo en la oscuridad de la sala, la puerta a las fantasías y realidades que el hombre no puede soslayar en su existencia. Feliz día del Patrón.
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