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Humillación. Bochorno. Vergüenza. Ridículo… ¡Qué poco sentido del humor tenéis! Esto es Carnaval. ¿No se dice en Cádiz que el Carnaval se burla de los políticos? Si hubieran mamado las esencias carnavalescas en la cuna, nadie se enfadaría por ese popurrí. Y lo entenderían mejor. Puigdemont tendría envidia del Yuyu, supongo. “Volvemos al Falla tras 14 años”, escribió José Guerrero El Yuyu en X. ¿Volver después de 14 años? Puigdemont, que iba a cumplir siete años ausente, también volvió. Aunque por poco tiempo. Visto y no visto. El Carnaval de Cataluña es más soso.
Puigdemont apareció bajo el Arco del Triunfo barcelonés. Como si estuviera en el pregón del Carnaval gaditano en San Antonio. Y, al final, llegó un gachó con una mochila y una gorra y se lo llevó. Era su abogado, que también se disfrazó. A continuación, organizaron un pasacalle de la chirigota de Junts, para dirigirse al parque de la Ciutadella, como si fueran caminito del Falla. Para entrar en el Parlament por la puerta de atrás, y ver si dejaban a Puigdemont que cantara allí. Siete años después. Pero Puigdemont desapareció tras la carpa.
La chirigota Los Mossos d’ Esquadra no se había enterado. Los últimos en enterarse fue una chirigota del Yuyu, segundo premio de 1995. Se subtitulaba Los cabrones. A los mozos les marcaron un gol por la escuadra. Cuando preguntaron por el artista, les explicaron que se ausentó sin dejar señas, y que no se puso el antifaz de oro.
Buscadlo por los pináculos de la Sagrada Familia. Buscadlo por la Font del Gat. Buscadlo por los chiringuitos de la Barceloneta. Buscadlo por el funicular del Tibidabo. Buscadlo por las montañas de Montserrat. Buscadlo en lo alto del castell de Vilafranca. Buscadlo por las masías del Ampurdán o la calita de Port Lligat. Buscadlo por el circo romano de Tarragona. Buscadlo por los bosques del valle de Arán. Buscadlo por Waterloo, donde se exilia de vez en cuando.
La chirigota Los espías del CNI también se ha lucido. Para chirigota de espías será mejor la del Yuyu en 2025, que se llamará Los James Bond que da gloria verlos. La chirigota de los James Bond hubiera encontrado a Puigdemont antes que las chirigotas de los mossos y los espías del CNI. El Yuyu, para dar el pelotazo, aún puede fichar a Puigdemont. O reconvertirla en un cuarteto: Los James Bond y el doble de Puigdemont.
Porque yo creo que Puigdemont tiene un doble, como Franco. ¿En Barcelona estaba el doble o el auténtico? Una pista: quizás el doble es calvo y usa peluquín. Pues lo propio del Carnaval y de la política es el disfraz.
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