La catástrofe

08 de noviembre 2024 - 02:01

Alaquàs, Albal, Albalat de la Ribera, Alborache, Alcàsser, (l’) Alcúdia, Aldaia, Alfafar, Alfarb, Algemesí, Alginet, Almussafes, Benetússer, Benifaió, Beniparrell, Benicull de Xúquer, Bétera, Bugarra, Buñol, Camporrobles, Carlet, Catadau, Catarroja, Caudete de las Fuentes, Corbera, Cullera, Chera, Cheste, Chiva, Favara,Fortaleny, Fuenterrobles, Godelleta, Guadassuar, Llíria, Loriguilla, Llaurí, Llocnou de la Corona, Llombai, Macastre, Manises, Massanassa, Mislata, Montserrat, Montroi, Paiporta, Paterna, Pedralba, Picanya, Picassent, Polinyà de Xúquer, Quart de Poblet, Real, Requena, Riba-roja de Túria, Riola, Sedaví, Siete Aguas, Silla, Sinarcas, Sollana, Sot de Chera, Sueca, Tavernes de la Valldigna, Torrent, Turís, Utiel, Valencia, Xirivella, Yátova. De repente nos hemos aprendido nombres de localidades hasta hace nada desconocidas, otras nos sonaban con ligereza. La desgracia hace que empaticemos, la cercanía hace que lo sintamos en nuestras carnes. Las mismas nubes pasaron por aquí. Tan grande es el dolor que hasta Trump pasa desapercibido. Tan impactantes son las imágenes que pasamos por encima de la cifra de parados en nuestra provincia porque las noticias arrojan cifras que importan aún más.

A menudo se nos olvida que estamos de prestados en el planeta. El agua, la misma por la que suspiramos, llegó en cantidades indeseadas. El ser humano creó el concepto de la ciencia para acumular el conocimiento y dominar el mundo, pero la naturaleza no atiende a bridas. Y el cambio climático la hace más indómita, por mucho que miremos para otro lado. Ahora la necesidad y el malmeter de algunos. Parece mentira que junto al barro que cubre las calles de esta localidades aparezca el barro mediático de las mentiras, de los bulos, de la difusión indocumentada. Tanta red social sin saber filtrar ni contrastar no trae más que sedimentos, como dijera Gila: ¿Es el enemigo?

Por suerte la réplica ha sido una avalancha de solidaridad. La pequeña gran superpotencia, que con tanta fortuna señaló Saramago. Almacenes y camiones repletos de donaciones que desde Huelva y desde cualquier otro rincón, van camino del lugar de la catástrofe. Miles de voluntarios se desplazan al epicentro de la riada, y son emocionantes los vídeos de esfuerzo y altruismo, empujando el fango calle abajo. Quizás, donde cabe la esperanza quepa la alegría, por mínima que sea. Hoy ha salido el sol. Intentaremos seguir.

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