Todo en defensa de Begoña

Begoña Gómez se negó ayer a declarar ante el juez que investiga si cometió delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras ser denunciada por una organización ultraderechista y otra ultracatólica. Está en su derecho. Tiene otro derecho aún más importante: a la presunción de inocencia. No es culpable de nada mientras no se demuestre lo contrario.

Hasta ahí debiera haber llegado la reacción del Gobierno y del PSOE cuando se conoció que Manos Limpias puso sus manos más bien sucias sobre la esposa del presidente y su trayectoria profesional y empresarial: es inocente, no hay nada, todo es un montaje, confía en la Justicia, y punto. El propio presidente abrió el camino hacia el disparate al poner en vilo al país durante cinco días porque, como hombre enamorado, tenía que reflexionar sobre si le merecía la pena continuar en la Moncloa mientras denigraban a su mujer.

Si soñaba con que los ciudadanos se echaran a la calle para suplicarle que se quedara, fracasó. Se movilizaron 12.000 de los 140.000 militantes del PSOE. No hubo baño de masas, sino minichapuzón de devotos. Creo que pensaba seguir de todos modos, construyendo entonces otra vía de defensa. La situación apurada de Begoña –o sea, de Pedro Sánchez– no sería sino fruto de la coyunda tóxica y manipuladora de jueces enemigos del progreso y empresarios periodísticos que hacen negocio con el bulo y la desinformación.

Así se elabora un proyecto llamado de regeneración democrática que ni sus socios y aliados respaldan. Desconfían. ¿Regeneración democrática de la mano de quien nombra Fiscales del Estado o miembros del Tribunal Constitucional a ministros suyos, pone a dirigir RTVE a una militante socialista y a manejar el CIS a un dirigente, gobierna por decreto y no responde en las ruedas de prensa? ¿Prometer, por cuarta vez, cargarse la ley mordaza? ¿Reforzar el derecho al honor y a la intimidad y el derecho de rectificación de las informaciones injuriosas y falsas que ya están perfectamente delimitados en el Código Penal vigente?

Cada día hay una vorágine ministros, portavoces del PSOE y portavoces del grupo parlamentario saliendo en defensa de Begoña Gómez y rechazando que los jueces hagan su trabajo. Todo el partido y el Gobierno han sido puestos al servicio de una persona que sólo está investigada y que no sufre indefensión ninguna. Pero es la Presidenta, vaya por Dios.