El Día del Patrón

16 de enero 2025 - 03:05

Todos los años por esta época un sentimiento “choquero” (me gusta llamarlo así) llama a nuestro corazón. Huelva eleva su cara al cielo de los recuerdos, de la tradición, de las devociones, y ve reflejado en su espíritu algo muy consustancial al pueblo: el día del Patrón.

Desde mi infancia los tres soportes festivos de la capital eran las celebraciones patronales y la colombina. San Sebastián, el 3 de agosto con tintes marineros y descubridores, y la Virgen de la Cinta. A estas fiestas se agregaban otras muchas que, por oficialidad del Estado o de la Iglesia, también teníamos muy presentes en el transcurso del año.

Pasada ya la nebulosa de la fantasía infantil de los Reyes Magos, nos llegaba el eco de nuestro Santo Patrón, con la tradicional visita a su ermita allá en el Cementerio viejo, con su nombre, y la presencia en la procesión que unía dos puntos clave de la Huelva antigua, y que daba lugar a un trazado urbano rectilíneo entre la ermita semi-derruida y la parroquia de San Pedro, en un recorrido de ida y vuelta. ¡Con lo que gustan hoy los itinerarios de Hermandades largos e intricados de esquinas!

Mayores y pequeños nos reuníamos en un abrazo sencillo y popular, por unas calles adornadas de guirnaldas, algún alumbrado eléctrico, una función extraordinaria en la San Pedro con asistencia de la Corporación Municipal en pleno, sin faltas, y todo con mucha alegría para unos y mucha devoción para otros, pero siempre con el ardor onubense por nuestras tradiciones.

La fiesta en honor del Patrón era sencilla y con la costumbre sencilla se quedó. Ahora vemos algunos brotes que dan carácter a la celebración y que deben continuar. Cada vez que asisto en alguna ciudad que tiene por Patrón al mismo que nosotros, San Sebastián: Palma de Mallorca, etc., veo lo distante que estamos de ellas en una mayor brillantez local. Aunque la verdad sea dicha, los onubenses siempre nos hemos conformado con poco, y así van las cosas en algunos terrenos.

Aplaudimos la resurrección que se le está dando al día del Patrón, como las que este año hemos tenido con la iluminación de Huelva por Navidad. La fiesta del Santo es muy peculiar y no podemos igualarla a las otras dos grandes del año, pero sí debemos darle su carácter grande de orgullo onubense y de alegría popular. Huelva comienza a moverse con responsabilidad en sus obligaciones y deberes, y ésta de su patronazgo debe mantenerse con satisfacción de todos.

Los que somos mayores con ganas y años, no podemos olvidar aquel 20 de Enero en que Huelva, pasadas las fechas navideñas, lanzaba sus cohetes desde el barrio de los toreros y anunciaba que el Patrón, en una menuda imagen, iba a salir a la calle y, entre cabezos, palmitos y huertos simulados, nos ofrecía un año más su protección.

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