Una nada ejemplar Europa

Envío

13 de marzo 2025 - 03:05

Mientras el menor movimiento de Mr. Trump es seguido en Europa con una mezcla de temor histérico y sorpresa ojiplática –ahí están los resultados electorales ¡de Groenlandia! como noticia en todos los periódicos de ayer–, se nos escapan asuntos de extrema gravedad que suceden en nuestros aledaños más sensibles, a tiro de misil diríamos para sumarnos a la fiebre armamentista que nos acomete.

Me refiero a las matanzas de cristianos y de musulmanes no suníes en Siria y a los sucesos de Rumanía, que ya han provocado serios incidentes callejeros. Recordemos que en Siria se nos quiso vender la caída del régimen de Assad, sin duda un tirano de libro, como un triunfo de la libertad y se blanqueó a los islamistas triunfantes pese a presentar unas credenciales meramente pavorosas: por las redes circula la foto del barbudo terrorista reciclado Abu al-Golani con un sonriente y melifluo ministro Alvares. Poco han tardado en mostrar su faz, que nunca se molestaron en ocultar: se habla de más de 7.000 muertos en pocos días, cristianos en su mayoría, mientras circulan vídeos de una ferocidad espantosa incluso para ese atroz rincón del mundo. ¿Existe algún plan de la UE antes de que llegue a sus puertas una nueva oleada de refugiados o se acabe de exterminar a las milenarias cristiandades sirias?

En cuanto a lo de Rumanía, constituye un episodio de cinismo y cambalache político que cuesta imaginar en el seno de la UE. Primero fue la anulación de unas elecciones sin incidentes de ningún tipo, y una vez proclamados los resultados oficiales, por presunto apoyo de Rusia al ganador. Ahora, la prohibición al entonces vencedor, Georgescu, de presentar su candidatura a los nuevos comicios por un Tribunal Constitucional cuyos miembros han sido nombrados en su integridad por los partidos perdedores y confabulados para privarlo de su victoria. Como es sabido, los partidos europeos nunca aceptan ayudas exteriores ni presentan irregularidades en su financiación, ¿verdad? ¿Qué son entonces las distintas internacionales sino maquinarias para favorecer el triunfo de sus integrantes en cada país? ¿Qué hubiera sido del PSOE sin el SPD alemán? En Rumanía no se ha sorprendido a nadie con bolsas de dinero entrando en la sede de Georgescu. Lo de Rumanía tiene el valor de anticiparnos lo que veremos cuando los cordones sanitarios estallen, si antes no estallan otras cosas.

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