‘Elcano’, embajador español

09 de enero 2025 - 03:07

Con su silueta blanca, con la enorme bandera rojigualda en el palo de popa, el buque escuela de la Armada española Juan Sebastián Elcano despliega sus velas en la Bahía de Cádiz para iniciar su noventa y siete crucero de Instrucción. Y en esta ocasión con la princesa Leonor, la futura reina de España.

Cuando la figura de nuestro querido buque escuela se dibuje en el horizonte, le despedirán en el espejo azul y trasparente del cielo gaditano las altas torres vigías de la ciudad, que desde siglos avistaban la llegada de los barcos de las colonias americanas, y la bella cúpula de la Catedral alzándose por encima de la típica plaza de San Juan de Dios y del muelle, todavía con sabor a aquella Puerta del Mar de nuestros abuelos.

Con cuánto cariño y nostalgia vienen a mi memoria las veces que embarqué en él, las jornadas en que lo despedí camino de sus aventuras de mar, que hoy se acerca ya por tres años al siglo marinero de su vida.

El Juan Sebastián Elcano es mucho más que un buque escuela donde los guardiamarinas iniciasen sus enseñanzas y periplos sobre las olas. Para mí es un trozo de España flotando sobre sueños de sirenas, en su navegar a tantos puntos del globo terráqueo que han tenido la suerte y el honor de recibirlo.

La mayor alegría de mi vida, ligada a la Real Sociedad Colombina Onubense, se detiene el día en que conseguimos su visita a Huelva, y su estampa inigualable surcaba las aguas del río Odiel, rindiendo honores al Monumento a Colón en la Punta del Sebo, para recibir el aplauso y la amistad de miles de onubenses que le esperaban en nuestro Muelle de Levante.

Posiblemente, mientras leas estas líneas Elcano estará soñando con su próximo soltar de amarras pasado mañana, día 11 de enero, suelto a los vientos del suroeste, camino de su gran aventura anual que, en esta ocasión, durará ciento cuarenta días en la mar, en un recorrido de diecisiete mil millas náuticas, donde ocho países le van a recibir en una embajada especial que España les envía de una manera amistosa y muy especial. Las campanas de Santo Domingo seguirán repicando en un éxtasis de tradición marinera, como Salves gaditanas en el amor a la Virgen del Rosario. España se echa y esta vez con la Princesa Leonor a la mar. ¡Avante! El Juan Sebastián Elcano vuela sobre las blancas olas que cubren el misterio insondable de un océano infinito.

En la cámara principal del buque, en una bella y elegante consola, está varada una pequeña Carabela que un día tuve el honor de entregar a un gran amigo, el almirante Santiago Bolibar, que fue parte de la historia de las singladuras del buque. Esa Carabela será siempre para los jóvenes que aprenden a ser grandes profesionales, el testimonio y recuerdo de quienes hace más de cinco siglos se adelantaron a ellos, llevando en sus corazones el amor de nuestra tierra andaluza.

Desde esta Huelva marinera y descubridora: ¡Feliz travesía!

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