A favor del optimismo

Quizás

Lo dijo cantando hace más de sesenta años Bob Dylan. Los Tiempos están cambiando ; y aunque no lo hacen en la dirección que los ingenuos hippies que por aquel entonces soñaban con que todo el mundo se abrazara con flores en el pelo a ver al sol posarse sobre el horizonte , en paz y armonía con las canciones playeras de los Beach Boys sonando de fondo ; es evidente que debido a los cambios tecnológicos , la evolución de las dinámicas sociales , la transformación del mercado laboral y la llegada de Donald Trump, la vida en la Tierra ya no es igual . Dejemos para los historiadores del futuro, si la transformación es positiva o negativa; lo evidente es que son muchos los ciudadanos que viven estos cambios con incertidumbre y ansiedad, como ocurre en toda mudanza, con el agravante de que en esta ocasión es además obligada, y lejos de verla como un nuevo umbral de oportunidades, solo ofrece amenazas y se preguntan por cómo adaptarse a la nueva situación.

Para vivir el cambio sin quedarnos atrás necesitaremos desarrollar al máximo nuestra capacidad para adaptarnos a las nuevas circunstancias. En un tiempo en que las relaciones digitales permiten el aislamiento absoluto, es clave, no perder de vista el valor de las interacciones cara a cara. Tendremos que dedicar tiempo a nuestros seres queridos, participar en actividades comunitarias y cultivar nuevas amistades. Pero lo fundamental seguirá siendo mantener una actitud positiva frente al cambio. Lo nuevo no es sinónimo de mejor, pero toda mejora exige cambiar lo ya existente. La vida es movimiento, aprendizaje continuo, encarar nuevos propósitos, descubrir horizontes y caminar hacia ellos. Si, aunque los tiempos están cambiando, la felicidad sigue siendo un objetivo alcanzable. Al adaptarnos a los cambios, mantener conexiones significativas, y encontrar un propósito que nos mueva, podemos seguir navegando en este mundo en transformación con una actitud positiva y una vida plena. Cuando los estadounidenses recuperen el optimismo que hizo a su país grande, y abandonen el enfado que la modernidad les causa, votarán más y mejor y pasaremos página. Lo verán.

Las condiciones nunca son perfectas. Siempre hay cosas a favor y en contra. Pero la única constante en la vida es el cambio, hacerlo es señal inequívoca de que estamos vivos y ese es un regalo que no debemos desaprovechar poniéndonos en manos del pesimismo, por muchas razones que haya que lo justifiquen.

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