Ganar el relato

Ya que la Ética de la Responsabilidad, a la que aludí el otro día, le trae al pairo al TC demostrando que le puede más la convicción ideológica, en contra de la teoría de Max Weber y, desde luego, obviando el ejercicio de la ética profesional, me veo en la necesidad de recurrir a otra forma de opinión que pueda explicar el fracaso de las teorías de Max Weber con nuestros políticos gobernantes y la facilidad en la ruptura de criterios formales y competenciales del TC en su mayoría -¿progresistas de qué, cuándo y por qué?- convirtiendo un órgano político en jurisdiccional por encima del TS, al que lo de Supremo ya no vale desde el momento en el que se interpretan como válidas las actuaciones políticas contempladas en las Leyes de Presupuestos (programa 3.1.4.), lo cual contradice la teoría del desgraciadamente desaparecido Director General, Guerrero, uno de los grandes protagonistas de todo este galimatías, llamaba “fondo de reptiles”.

Por cierto y desde mi ignorancia jurídica, a nadie se le ocurre valorar, visto lo visto, la existencia de una presunta prevaricación, además de algunas otras supuestas anomalías o incoherencias, en la facción mayoritaria del TC, como el impedimento de información pública de los votos particulares en contra.

Pues bien, decía de buscar otra argumentación y me referiré al gran maestro de ZP, al que siguen fielmente Sánchez y sus adláteres. Se trata de G. Lakoff que expone la necesidad de “reenmarcar el debate público; así, cambiando lo que se entiende por sentido común”. Todo ello, encaminado a lo que es su gran conclusión teórica: “Gana quien vence en la batalla del relato”.

Desde luego, queda claro, que en esto de los relatos el “sanchismo” es alumno muy aventajado.

A las pruebas me remito. Desde el señor Espadas: “El PSOE no va a permitir que se vuelva a hablar de robo de dinero público en los ERE”, lo cual debería ir acompañado, con la misma rotundidad, de una información clara sobre dónde están los millones.

Como suele pasar, vista la actitud del TC en este tema que va en paralelo a la Amnistía y que puede propiciar la repetición de actuaciones similares y la generación de sentimientos de impunidad, algunos portavoces, se crecen como suele sucederle a Paco López pero que en este caso, me referiré al Parlamento de Andalucía donde la socialista A. Férriz, pierde cualquier principio de cortesía parlamentaria insultando al Presidente de la Junta -¡ellos que son víctimas permanentes del “fango”!- olvidando que las sentencias fueron de la Audiencia de Sevilla y el Supremo, demasiado radicalismo.