Alto y claro
José Antonio Carrizosa
La confianza está rota
Aestas alturas de la legislatura la ofuscación y la más decepcionante confusión sigue apoderándose del ánimo de la ciudadanía, sobre todo de aquella que se informa y pretende estar más al día sobre los acontecimientos políticos de España y de la gestión de quienes se ocupan de administrarla y de controlarla, si es posible, que puede ponerse en duda. En este trance no cabe en cabeza humana legítimamente democrática que el gobierno, que presuntamente rige el país, lo que puede aumentar la duda tras las implacables y sucesivas derrotas parlamentarias del ejecutivo, dependa de un tránsfuga, un delincuente que perpetró un golpe de Estado – uno de los delitos más graves que pueden cometerse contra un régimen institucional legalmente establecido -, mendigando su apoyo en una nación extranjera, tras seguir logrando de este gobierno mendicante las continuas exigencias que se le imponen. en una interminable sucesión de insaciables demandas. abusivas e insolidarias, en las que el cupo o la “singularidad” son el colmo de la voracidad recaudatoria del nacionalismo catalán y su inagotable intransigencia.
Y es que están en juego, como afirmaba el editorial de nuestro periódico el pasado martes, “intereses que afectan directamente a la calidad de vida de los ciudadanos… y una merma de servicios esenciales como la sanidad y la educación”. Oponerse a ese chantaje que ha doblegado al Gobierno es un imperativo institucional urgente e imprescindible en beneficio del ciudadano perjudicado. Pero en esto del chantaje parece que les va muy bien a Sánchez y Puigdemont, porque ¿Quién chantajea a quién? Un doble juego, perverso y ruin, del que depende – por desesperado e increíble que parezca – el incierto camino de España y su consistencia democrática, tan amenazada hoy. Otro chantaje, otra vergonzosa ignominia, es la enmienda a la Ley de Seguridad Ciudadana – la mal llamada “ley mordaza” – redactada al dictado de los herederos de los etarras, con la complicidad del habitualmente cínico y rastrero PNV. Una execrable estratagema política convertida en cuestión de supervivencia. ¿De quien? “Pues eso”… Y para colmar la infamia: la reforma legal para la excarcelación de presos.
Y por si no estuviéramos curados de asombro o de espanto – que es para estarlo -, por si fuera poco – que es una barbaridad – el fraude de los ERE, ahora se descubre otro desfalco escandaloso e inconcebible: la Faffe (Federación Andaluza Fondo de Formación y Empleo) pagó comisión a un proveedor por enchufar a familiares durante la gestión socialista de la Junta de Andalucía, colocando a personas afines al partido en empresas contratadas con subvenciones públicas. Otra estructura clientelar en la estela socialista en Andalucía absolutamente depredadora de los bienes y cargos públicos.
Y otra torpeza del PP, al menos en Huelva:. ¿A qué iluminada mente se le ocurrió el cese de los alcaldes de Palos de la Frontera, Lepe, Aljaraque y La Palma del Condado? Más tiros en el pie.
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