El balcón
Ignacio Martínez
Negar el tributo y lucir el gasto
La firma
Hay momentos en que uno no llega a saber discernir si está indignado, avergonzado o ambas cosas a la vez. Lo que sí es seguro es que se nos tiene perdido el respeto, al menos así se siente quien no está apesebrado, cree en los principios democráticos de libertad e igualdad y, quizás, inocentemente piensa que la ética y la honestidad son elementos aún vigentes en los fundamentos del ejercicio de la ‘’cosa pública’’ como servicio a la búsqueda del bienestar ciudadano, la convivencia social y el sostenimiento equilibrado de las Instituciones imprescindibles en un Estado Democrático de Derecho.
Esta sensación, a mi juicio, hoy evidencia por los hechos, no es gratuita, sino sustentada por la realidad de acontecimientos, actitudes y decisiones del día a día que representen en la calidad democrática de las relaciones entre ciudadanos, por lo que tienen de polarizadoras, generación de tensiones y radicalización de pensamientos. Sobre todo, cuando en el ejercicio de las funciones de responsabilidad y poder, nunca se imponen los criterios profesionales y los aspectos técnicos, en consonancia con un ejercicio ético de las mismas, sobre las servidumbres ideológicas.
Lo pienso así, cuando compruebo que los eufemismos, las amnesias voluntarias o la mentira, unidas al exclusivo interés del beneficio personal ponen en claro desequilibrio los principios básicos de igualdad, libertad y solidaridad, que son elementos claramente complementarios en la vida democrática.
Así pues, me pregunto por qué ‘’Ursulita’’, no es falta de respeto sino lo sugerido por su ínfimo nivel de competencia para el ejercicio de la responsabilidad que ostenta, nos salva del control al déficit por superar el porcentaje obligatorio del mismo y marcado por la Comisión Europea.
Como, también, visto lo visto, el TC-ahora, ya, tribunal de casación del TS-genera un precedente, digamos peculiar, anulando una sentencia por prevaricación, ¿cándidamente anunciada quince días antes por el Presidente Sánchez en un mitin? Está claro, Ursulita teme perder el voto socialista para poder continuar en su cargo y Sánchez, puede justificar su argumentario contra la derecha que, según su teoría, ¿fue la beneficiaria de los ERE? No, no me olvido que Ursulita sigue sin pronunciarse sobre la amnistía, tal cual había anunciado y, luego, querrán que no haya euroescépticos.
Por otra parte, tenemos el espectáculo continuo del Fiscal General ¿del Estado o del Gobierno? Así como la venta del producto financiador conjunto: multilateralismo-singularidad, para mantener, desde lo imposible, arrimadas voluntades políticas catalanas e impulsar asimetrías territoriales porque es, desde el consentimiento del chantaje, mucho más fácil pretender controlar tribunales afines, desacreditar a los críticos y controlarlos. Todo un prototipo de ‘’autocracia’’.
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