Insostenible

26 de diciembre 2024 - 03:06

Si al término del año que ya es inminente hacemos un balance de la situación política de España, es negativo, aciago, realmente insostenible. No es para menos cuando a diario el gobierno, mantenido y sostenido por unos partidos, minoritarios y residuales, más interesados por provechos propios que beneficios para el país, que la mayoría desprecia, y al que dejan a la intemperie en el temporal de las votaciones en el Congreso, las pierde una y otra vez inexorablemente, En esta ingobernabilidad en la que va dando tumbos para encubrir otros hechos inconfesables, a esta supuesta coalición de progreso no se le ocurre más que desenterrar otra vez al general Franco y dedicarle fastos y celebraciones en la conmemoración de su muerte, como si el fin de una dictadura no hubiera sido lo que en realidad fue: un triunfo de la cordura democrática que permitió una convivencia pacífica y un régimen de libertades e inalienables derechos ciudadanos.

Pero en esta crispada refriega política que vivimos el presidente – que ha podrido su partido y lo ha despojado del sentido de Estado - en lugar de compartir los mismos objetivos de la ciudadanía en favor del auténtico progreso – y no progresismo que beneficia a unos en perjuicio de otros - y prosperidad del país y la solución de sus problemas más acuciantes, pretende resucitar los espectros del pasado, instrumentos políticos y sociales que enfrentaron a los españoles hace casi noventa años y culpar una vez más, en su obsesiva paranoia, a lo que denomina sistemática e insistentemente las “ultraderechas”, que vienen a ser todos aquellos que contrarían su ejecutoria política en un momento en que esa tendencia política, tras los últimos resultados electorales y las más recientes encuestas de probada garantía demoscópica, no le son favorables, asediado, además, por graves acusaciones. Todo ello pese al apoyo de nacionalistas-separatistas, filoetarras y comunistas, que le vuelven la espalda cuando las decisiones de gobierno no le son propicias.

Pero otros son los temas y los problemas que apremian al presidente cuando se publica que los españoles figuran “entre los que menos confianza tienen en poder influir en la política” sobre todo entre los ciudadanos más informados, o que, como informa el Colegio de Economistas de Madrid, el acuerdo del gobierno con ERC y PSC, sobre el modelo de Financiación Singular, podría colapsar el Estado y elevar nuestra deuda pública al 150 % del PIB o la indignación de los jueces y magistrados cuando el presidente los ha acusado de estar en connivencia con el PP, una acusación inadmisible, un grave daño institucional o que España lidera el desempleo de la OCDE y supera el paro de Colombia y Grecia o el dictamen de la presidente del Banco Central Europeo que condena el impuesto del Gobierno a la banca por discriminatorio y perjudicial para la concesión de créditos o que Sánchez pone el comercio de España y EE.UU. en peligro por su veto a buques que van a Israel…

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