Libertad sin ira

Finalizamos una semana con gran contenido histórico para todos los españoles sin distinción alguna de posición ideológica, por ser aniversario del Referéndum Constitucional del 78 pero, también, en Andalucía, además, la celebración del llamado Día de la Bandera de Andalucía. Día que aunque fue marcado por la tragedia, hoy genera orgullo de pertenencia y que debe servir a las nuevas generaciones de andaluces para crecer en convivencia y solidariamente con otros territorios, alejados de tópicos, servidumbres y complejos. Dicho esto, vuelvo al hecho constitucional enlazando el mismo elemento argumental pero entendido a todos los ciudadanos y, al tiempo, exigir a nuestros gobernantes – todos y en todos los niveles del ejercicio gubernamental – cumplan, con criterios de respeto, al texto aprobado masivamente por los ciudadanos.

Lo digo así porque no debemos olvidar y, mucho menos, obviar lo que dio tono de popularidad y esperanza democrática el desarrollo de aquellos tiempos constituyentes entre los que había mensajes rotundos de superación de diferencias traumáticas para construir un nuevo horizonte de convivencia y estructura territorial, con toda la carga social que conllevaba y la consiguiente “reconciliación posible”.

“Contra nadie, a favor de todos”, era uno de los lemas propagandísticos de aquellos momentos pero había una canción interpretada por Jarcha que encerraba todos los contenidos de las esperanzas populares: “Libertad sin ira”, se convirtió en una especie de himno ciudadano en boca de aquellos jóvenes onubenses.

Es por ello, que pido a nuestro Gobierno desde mi propia libertad y sin el más mínimo atisbo de ira, pero sí desde una absoluta y rotunda convicción democrática, que modifique algunos mantras instalados actualmente en las áreas del Poder.

Permítame pues, el señor Presidente, que difiera de su afirmación discriminatoria cuando expresa que: “el suyo, es el lado correcto de la Historia”.

Lo digo porque ese lado correcto, ni es exclusivo, ni es real si no se está al amparo y la consideración respetuosa del precepto constitucional y en estos momentos, usted está asociado a grupos políticos, claramente posicionados contra la Constitución y en consecuencia, de persistir en su actitud actual, automáticamente, su posición no es la correcta.

En todo caso, para considerarse en su corrección posicional, sea valiente y proponga un nuevo proceso constituyente – con todo lo que ello conllevaría – pero de frente, no por la puesta de atrás, con “cambios de opinión” constantes, colonizando las Instituciones y bloqueando los contrapesos del Poder utilizando “puertas giratorias”… de ser así, no perderíamos libertades, no habría ira y sería histórico.