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Estos días entra en su recta final el rodaje en Huelva de la película Los tigres, del director sevillano Alberto Rodríguez. Está llamado a ser uno de los principales títulos de la próxima temporada de estrenos, seguramente con presencia en la edición de los Premios Goya de 2025, teniendo en cuenta los participantes y su trayectoria. También parece garantizado que llevará mucho público a las salas de cine y, en el ámbito doméstico, ante las plataformas audiovisuales, convertidas ya en la principal fuente de consumo de películas, directa y a la carta para los espectadores. Y todos ellos, más o menos conscientes, estarán viendo Huelva: un paraje natural único como Marismas del Odiel, la isla Saltés, ese estuario en la desembocadura del Tinto y el Odiel –el Tigris y el Éufrates de las civilizaciones de Occidente, con Tartessos a la cabeza–, en convivencia con el presente industrial, las minas perennes hace milenios en el paisaje provincial, o las playas naturales de Lepe, Mazagón y su entorno.
El equipo de Alberto Rodríguez, alrededor de un centenar de profesionales en una gran producción española, dejará Huelva y su campamento base de Mazagón a finales de junio, tras dos meses de trabajo y movimiento por la provincia, que ha supuesto un fuerte desembolso en hoteles, restaurantes y servicios complementarios para el personal y, sobre todo, para el propio rodaje. Y cuando Los tigres se estrene y se empiece a ver en toda España y fuera de ella, también se proyectará la imagen de Huelva, con una repercusión publicitaria que a la larga dará sus frutos.
Habrá que saber, cuando esto ocurra, qué impacto económico ha tenido en la provincia un rodaje de esta envergadura, en tiempo sostenido y volumen de producción, aunque las primeras previsiones apuntan a 3 millones de euros, cantidad muy considerable. Si no se rodara aquí, ese dinero no habría entrado en negocios locales.
Habrá que ver también, según las cifras de espectadores reales y potenciales en los distintos canales de distribución, en cuánto se puede valorar esa promoción que supondrá aparecer en una película como ésta, directa para un gran público susceptible de visitar esta tierra para conocerla mejor.
La última memoria publicada por la Andalucía Film Commission, correspondiente a 2022, calculaba un impacto económico de 141 millones de euros por los 1.406 rodajes realizados ese año en la comunidad andaluza, entre películas de cine y televisión, series, documentales, programas y otras producciones audiovisuales. Desde 2011 se estima que este sector ha dejado más de 1.290 millones de euros en Andalucía, y generado 208.890 empleos, de los que 23.380 correspondieron a 2022.
No fue ese, precisamente, un año muy prolífico en rodajes para Huelva, ya que solo hubo uno de relevancia, aunque con gran eco nacional, como fue la temporada de una serie de Televisión Española, La Caza: Guadiana, localizada en Sanlúcar de Guadiana, Ayamonte, Lepe, Isla Cristina y El Granado.
Este año ha sido muy distinto, al contar con una producción nacional de gran presupuesto, uno de los más altos del cine español, Los tigres, prácticamente rodada en su totalidad en Huelva, con mucho trabajo asociado de producción, estancias largas y muchos servicios auxiliares contratados.
El año pasado se rodó otra serie para Televisión Española, de época, Operación Barrio Inglés, también de mucho presupuesto, aunque su esperado estreno no ha estado acompañado de cifras altas de espectadores para contentar las previsiones de la cadena pública, que ha acabado sucumbiendo a la competencia con las privadas, en vez de mantener su apuesta por una ficción de calidad al margen de guerras comerciales. En cualquier caso, ahí quedan el impacto directo del rodaje entre mayo y agosto de 2023 y la obra resultante en el canal de streaming, donde conocer un poco de la historia de Huelva en la primera mitad del siglo XX.
Hay más series de televisión, películas con más o menos proyección o medios, incluso programas televisivos, como los famosos concursos y realitis de cocina, que han pasado y seguirán pasando por la provincia de Huelva. Y ese es un objetivo que no se debe perder de vista. La propia Andalucía Film Commission, a través de su delegación onubense, la Huelva Film Commission, el órgano encargado de promover y facilitar rodajes del sector audiovisual en territorio provincial, están encargándose de que los números de su memoria vayan creciendo cada año. Por el bien de la floreciente industria audiovisual andaluza y por el de las economías locales, tan necesitadas de diversificación, desestacionalización, reinvenciones y nuevas fuentes de ingresos. Y este sector lo asegura por partida doble, directa e indirecta, lo que merece la atención y los esfuerzos de la Administración para potenciarlo.
El ejemplo lo encontramos también en el caso de referencia, Los tigres, con la que colaboran la Diputación y la agencia turística provincial Destino Huelva con una aportación conjunta de 30.000 euros que pretende facilitar y alentar la apuesta por rodar en Huelva,30.000 euros y estimular sectores económicos locales, como el turístico, con unas 6.000 pernoctaciones previstas en hoteles en estos dos meses de estancia del equipo de la película en la provincia.
Huelva tiene múltiples y enormes posibilidades de futuro. No sólo hay que hablar de la industria, la agricultura y el turismo, o también la naturaleza, la gastronomía y el deporte. Sus condiciones únicas e inigualables, envidiables siempre, la destacan como un escenario natural e histórico para el cine. “Es una provincia realmente espectacular”, decía semanas atrás uno de los productores de Los tigres,Los tigres, Koldo Zuazua, para quien Huelva ha sido un descubrimiento, “toda una sorpresa”, con todo tipo de facilidades, además, para rodar, destacaba precisamente.
Pero hay que ayudar en la provincia para ser partícipes de la incipiente industria de cine andaluza, en un sector audiovisual al alza, fuente de especialización profesional y negocio, un modo de vida en Huelva, y con el fomento de la creación y la cultura.
Este capítulo que ahora se cierra con la última película de Alberto Rodríguez debe ser ejemplo de un camino que también debe emprender esta provincia. El director de cine lo tenía fácil por haber veraneado toda su vida en Mazagón y tener familia política onubense. Ya ha conseguido que uno de sus productores, vasco y confeso desconocedor de esta provincia, haya descubierto este paraíso para el cine. El resto lo hará el boca a boca, la propia película y el trabajo de la Huelva Film Commission y la Administración. Hay que contarlo y tender la alfombra. Así se dará otro paso para que esta provincia crezca más.
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