La firma
Antonio Fernández Jurado
¿Derribando su muro?
Tal vez lo peor de estas sociedades contemporáneas sea su desmemoria. Se ha perdido el relato, y así vamos pasando por los acontecimientos sin fijarlos, sin incorporarlos, sin contexto. Todo pasa, pasa rápido. Y olvidamos para atender nuevos acontecimientos. Nos pasa con las guerras, con las hambrunas, con los cambios políticos, con las pandemias…
Una amiga ha estado hace unas semanas por Grecia. Cuando regresó nos mandó un informe estremecedor. No sólo por la vulneración de los Derechos Humanos que detalla. Sino porque en estos momentos nadie está mirando a Grecia. EN 10 años al menos un millón de personas han cruzado por esa ruta migratoria. Llegan huyendo de países como Palestina, Afganistán, Siria, Eritrea… Y desde Turquía cruzan en frágiles barcazas hasta las islas griegas. Como en todas estas travesías no hay muchos datos de los que nos consiguieron cruzar.
Pero cruzar sólo es el primer paso. Grecia actúa como un tapón para los flujos migratorios. Un tapón que provoca la misma Unión Europea, que ha incumplido sistemáticamente sus acuerdos de acogida. Y es que Europa entiende la acogida de manera muy sencilla: financiar a los países fronterizos para que frenen los flujos, lo hace con Marruecos, y en este caso lo hace con Turquía.
La consecuencia: 4.000 refugiados malviven en los campos de Malakasa y Ritsona. Las condiciones de vida allí, según informes de Sos Refugiados y Médicos sin Frontera, son durísimas, falta de alimentos y salubridad, menores sin escolarizar, problemas de salud mental. Personas que llegaron huyendo y que se encuentran atrapados a las puertas de una Europa que habla de acogida, pero que se muestra torpe y lenta para ejercerla.
Y lo peor de todo, como decíamos arriba: la desmemoria. Aquella crisis migratoria de 2015 llenó portadas y titulares. Pero lo fuimos olvidando hasta el momento actual, en que cuesta encontrar una reseña en alguna esquina. Entiendo que la ciudadanía no tiene, no tenemos, capacidad para afrontar cada herida de este planeta nuestro. Pero tal vez deberíamos hacer un esfuerzo por recordar a nuestros gobiernos que hay compromisos que cumplir, que los Derechos Humanos son la base de nuestras sociedades modernas y que no podemos consentir que en nuestras fronteras haya miles de personas abandonadas. #nohayderecho
También te puede interesar
La firma
Antonio Fernández Jurado
¿Derribando su muro?
La esquina
José Aguilar
¿Tiene pruebas Aldama?
Por montera
Mariló Montero
Mi buena vecina
El balcón
Ignacio Martínez
Motos, se pica
Lo último