11 de julio 2024 - 03:08

Recuerdan la llamada “ley mordaza” y quienes la criticaban? Pues ahora el presidente, Pedro Sánchez nos quiere poner la mordaza a los periodistas. Es la determinación del perfecto autócrata – con todas las connotaciones perversas de tan despreciable adjetivo – que se reduce al consabido “Matar al mensajero”. O lo que es lo mismo: ”muerto el perro se acabó la rabia”. Este es el plan dispuesto por el jefe del ejecutivo contra los medios informativos arguyendo una norma europea que vulnera descaradamente, la que, precisamente, el reglamento aprobado por la UE trata de proteger a los periodistas y no de censurarlos, obligando a su cumplimiento a todos los países y prevaleciendo sobre la ley nacional. Es decir la que pudiera aprobar ahora el gobierno español si, como vemos, su mandatario no admite la crítica, ni la libertad de prensa, opinión o expresión. O lo que es lo mismo: la norma restrictiva de cualquier dictadura que se precie infringe en este caso las reglas europeas.

La acepción de medios informativos que se impone en las ruedas de prensa tras el consejo de ministros, es ya una discriminación intolerable, cuando además se seleccionan previamente las preguntas y los periodistas que las hacen, por lo general los más favorables – y mejor remunerados - al ejecutivo. Esta es ya de por sí un forma de censura habitual que se practica también en otras circunstancias en que se impone la voluntad del gobierno y no el interés informativo de los ciudadanos. Por si fueran poco éstas y otras medidas, en su empeño de silenciar a la prensa libre, Pedro Sánchez ha dispuesto convertir la Fundación Avanza adherida al partido socialista, en una suerte de mecanismo ideológico para acabar, dicen, con la ola reaccionaria o “fakenews”, que así denominan, integrada por conocidos socialistas – ex altos cargos la mayoría - que, según se ha publicado: aportarán “conocimiento, análisis y arrojar luz sobre asuntos complejos y contribuir a desmontar las narrativas basadas en bulos y falsedades»”, reiterados argumentos y obsesiones para ocultar su falta de trasparencia y sus maniobras de supervivencia. Así es para quien con el espantajo del progresismo a ultranza quiere adueñarse de la verdad. La suya…

Ahí tienen lo que fue “un fraude” – lo entrecomillo porque él así lo dijo – para José Antonio Griñán, respecto del escándalo de los ERE en Andalucía, parece que ha quedado en agua de borrajas y que según voces atrabiliarias del partido socialista, entre ellas las de sus portavoces en el Senado y en el parlamento andaluz, es poco menos que un invento de los populares, hay que pedirles perdón y que Juan Manuel Moreno es el ”jefe de una banda “ que promovió el “montaje de los ERE y provocó una cacería política” contra los socialistas. Acusaciones de este tipo seguiremos oyendo y leyendo impunemente. ¿O son bulos?

Como las de los leoneses – yo soy leonés, de Salamanca – clamando por una independencia absurda, tribal, trasnochada y cateta a estas alturas…

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