El movimiento 4B

23 de enero 2025 - 03:07

Imagínate que tienes una granja, eres ganadero y vives de un rebaño de cien ovejas. No te salen las cuentas, ha bajado el número de nacimientos y para poder cubrir gastos necesitas tener más corderitos. Además tus vecinos de granja están en tu misma situación, ha bajado la natalidad y necesitáis que haya más partos. Hacéis un censo contabilizando las ovejas que están en edad reproductiva, por granjas, y ponéis los datos sobre la mesa.

Pues esto mismo hizo el Gobierno de Corea del Sur con las mujeres en el año 2016, tras la bajada de la natalidad: publicó un informe censal que incluía información detallada sobre las mujeres en edad reproductiva. Este informe se llamó “mapa de fertilidad”, y contenía estadísticas sobre la cantidad de mujeres que había en edad fértil, desglosadas por región.

Ésto fue ya la gota que colmó el vaso y hoy más que nunca el movimiento 4B está ganando atención internacional y ha inspirado debates en otros países, especialmente en contextos donde los derechos de las mujeres se perciben amenazados.

El movimiento 4B surgió como respuesta a las profundas desigualdades de género y la violencia sistémica que enfrentan las mujeres en la sociedad surcoreana. Corea del Sur presenta la brecha salarial de género más alta entre los países de la OCDE, con las mujeres ganando aproximadamente un tercio menos que los hombres. Además, delitos como el “molka” (filmaciones secretas de mujeres en espacios privados) son comunes, y las políticas gubernamentales a menudo presionan a las mujeres hacia roles tradicionales de esposa y madre.

El objetivo de este movimiento es cuestionar y transformar las estructuras patriarcales de la sociedad, renunciando a cuatro aspectos tradicionales de las relaciones heterosexuales: 1. No al matrimonio (Bihon), 2. No a la maternidad (Bichulsan), 3. No a las citas con hombres (Biyeonae) y 4. No a las relaciones sexuales (Bisekseu). Al rechazar las relaciones tradicionales con los hombres, las mujeres que adoptan el 4B buscan afirmar su autonomía y seguridad en un entorno que perciben como hostil y desigual.

Aunque es en Corea del Sur donde surge este movimiento, se pueden identificar algunas similitudes con muchos otros países; aunque los contextos culturales, históricos y sociales sean muy diferentes, si hablamos en términos de desafíos sociales y transformaciones relacionadas con la igualdad de género esta historia no nos es ajena.

No olvidemos que este movimiento no va contra los hombres, sino contra las estructuras y normas sociales que perpetúan la desigualdad de género y limitan la libertad de elección de las mujeres. Un acto más de renuncia, de sacrificio y de resistencia frente a un sistema que no ofrece a las mujeres las condiciones necesarias para vivir con dignidad.

Espero que consigan pasar del 4B al 4C: Control sobre sus vidas, Capacidad para cumplir sueños, Conciencia colectiva y Cantar por una merecida victoria. Y que no tengan que renunciar a sentir mariposas en el estómago. ¡Feliz jueves!

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