Que no pare la fiesta

Huelva/Mañana echará el telón la quincuagésima edición del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano. Y todo es importante. Cincuenta ediciones, una tras otra, con sus rachas y achaques, pero con la sensación de estar en un magnífico momento, pocas aventuras culturales pueden presumir de esta longevidad mirando al futuro. Festival, una fiesta, por todo lo alto, que en especial celebrarán quienes se hagan con el Colón de Oro, o cualquiera de los otros galardones, incluidos el Premio Ciudad de Huelva, a José Coronado, y los distinguidos con el Premio Luz: Paz Vega, María León y Rubén Cortada. De Huelva, porque es nuestro, porque es de aquí, porque es sin lugar a dudas la cita cultural más importante de la ciudad, de la provincia, por eso se engalana, se cuelgan banderolas en las avenidas principales, se hacen reportajes gráficos en lugares emblemáticos, los coches serigrafiados del festival la recorren llevando a sus participantes de un punto a otro, también a degustar su gastronomía, promocionando esta tierra cada instantánea en los medios de comunicación o en las redes sociales.

De cine, con actores, actrices, directoras, directores, responsables de producción, de la distribución, con periodistas especializados, y con muchas películas, muchos estrenos, la alfombra roja ocupando espacios escénicos que durante el resto del año no acogen proyecciones y que se muestran exuberantes para ello, como el Gran Teatro o la Casa Colón; con 13 largometrajes y 19 cortometrajes compitiendo en la sección oficial, 7 películas en Acento, en la sección Talento Andaluz tenemos 5 largometrajes y 7 cortos, y 6 más en Pantalla Huelva. Iberoamericano, América y la Península Ibérica, el español y el portugués, la lengua como conexión, como puente sobre el océano Atlántico, tan lejos y a la vez tan de aquí. Qué gozada, qué suerte. Algo que se tiene, propio, con enjundia.

Poco se le agradece a José Luis Ruiz esta idea, aquella primera piedra, aquella primera edición allá por diciembre de 1975. Se merece todos los reconocimientos, como la reciente medalla de nuestra provincia. (Por cierto, medallas que también podrían tener algún nombre femenino en su nómina). Así que gracias, gracias a él, a aquel primer equipo, gracias al resto de directores de esta muestra y las personas que lo hicieron y hacen viable. Viva el Festival de Cine Iberoamericano. Viva el Festival de Huelva. ¡Que no pare esta fiesta cinéfila!