Nuevos tiempos en Huelva información

Voces nuevas

30 de agosto 2024 - 03:05

Estamos a 30. Agosto se marcha de puntillas, como quien no quiere la cosa, sin hacer ruido, bajo un falso silencio como el que se produce antes de estallar la tormenta. En la redacción estos días se tiñen de un color raro y aún con el regustillo a resaca vacacional en los labios, la nueva generación de periodistas que dan vida a las páginas de este diario, empieza a coser historias y a hilar fino en busca de nuevos discursos con los que seguir emocionando.

Aunque en mi pelo aún queda sal y mi piel sigue estando bajo el sol en la playa, hoy he amanecido con ganas del primer café. Ese que te impregna de esperanza cada mañana y te empuja hacia un nuevo comienzo. Y desde aquí, desde mi mesa en la calle San Sebastián, me enorgullezco de cada letra que hoy están leyendo aquellos onubenses fieles. Los mismos que siguen palpando el emblemático papel de “El Huelva” y también los nuevos, un público más joven al que hoy es más sencillo llegar por ventana como Instagram y las redes sociales.

Para un periodista de prensa local el final del verano bien podría ser la vuelta a la rutina. El regreso a la narración de unas tradiciones, de ritos y eventos que suelen repetirse cada año de manera cíclica. Pero hoy, mientras tecleo y escribo estas palabras, me doy cuenta, con chispitas en los ojos y cierta paz en el alma, de que los que en verdad amamos esta profesión nunca la veremos con ojos de apatía y cansancio.

Álvaro Rodríguez (24 años) es el nuevo fichaje de deportes para esta temporada. Lleva escribiendo como colaborador en el periódico medio año porque siempre soñó con contar cómo le iba al Recre desde su ciudad. Ahora, lo hará con título de redactor, por méritos propios, junto a Inés Martín, madre joven de 29 años y una apasionada del Decano con raíces periodísticas que la llevarán a lo más alto. Lourdes Morillo y Marta Toscano, a sus 24 y 25 años, han llegado para romper el mito de que del periodismo ya no hay enamorados. Y Alberto Ruiz (27)... de él solo puedo enorgullecerme. El valor humano que desprende es, sin duda, aire para los pulmones en los días malos. Ellos son los más jóvenes con los que tengo la suerte de coincidir cada mañana, además de otros con más experiencia que de sobra quienes nos leen ya conocen. Con ellos al lado, no hay comienzos que se atraganten ni septiembre nublado. A eso sabe el regreso. A la suerte de poder expresar a quienes nos leen el amor que sentimos por nuestro trabajo. Y encima, disfrutarlo.

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