Silla de palco

José Antonio / Mancheño

Hasta el 'nuo'

14 de marzo 2016 - 01:00

EN ese latifundio de jergas y dichos populares, tan cabales como ajenos, la alusión al campe- chano nuo viene a significar el sucedido que nos sobrepasa sin poder evitar sus cicatrices y añadiéndose al símil el taurómaco "hasta las trancas", castizo y punzante, llegarían a formar un dúo de efectos catastróficos. Tal como un tsunami lingüístico de impredecibles consecuencias.

Así ocurre cuando ojeamos el informe Urban Audit sobre indicadores laborales y renta media de los andaluces que posteriormente corrobora el Instituto Nacional de Estadística, ubicando a Andalucía en el patio de atrás y a Huelva, en el número doce de las quince ciudades con menos posibles hogareños.

¿Nadie se escandaliza? Va a ser que no. A la dilecta responsable de este desaguisado presidido por la Junta, en permanente letargo durante casi cuatro décadas, huelga insistirle en el fracaso de su modelo productivo y en su profética emulsión al referido "cambio progresista", que habría de despegar con viento a favor y al día de hoy nos hunde en la marginación.

A la luz de los indicativos publicados, una y otra vez, nuestro ¿estado del bienestar? suspende categóricamente y Andalucía no es que se estanque sino que retrocede al par que otras comunidades se alejan aceleradamente enarbolando su dinamismo económico y su envidiable espíritu de superación.

Tan sólo es necesario observar los datos y echarnos a llorar porque seguimos ocupando el pelotón del infortunio denostando los programas desarrollistas e innovadores que reiteradamente se exponen como logros, frente a la estricta y dura realidad.

En el debe de Huelva hay que anotar un permanente déficit que contradice todo lo festejado en las altas esferas institucionales, ya que según estimación oficial, ostentamos, desde el año 2013, el noveno lugar entre todas las capitales de España con "menor renta familiar" que, unido al 33% de paro supone un alarde de torpe inmovilismo. Sumen y hallaran la "media en to lo alto" que nos adjudican los Indicadores Urbanos sin que nada ni nadie salga al ruedo a torear este morlaco de engañosos avances.

Lo que a escala nacional puede ser visto como un desastre, en el feliz entorno onubita puede no ser así. Si la estadística dicta que el nuo es una carga insoportable, no importa, son núme- ros. Lo importante es vivir este nirvana con "una mano atrás y otra palante".

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