Notas al margen
David Fernández
Menos papeleo para los funcionarios
Papas con choco
Se nos va otra semana y con ella casi que le vemos la cima a la famosa cuesta del mes de enero. Semana en la que, muy probablemente, media Huelva haya estado presente en Fitur y la otra media ha tenido la cabeza puesta en ello, en la presentacion de la próxima portada de Colombinas, etc. Pero la realidad es la que es, y no es otra que mañana es un día grande en Huelva.
El pregonero de las fiestas, Pepelu Bonaño, algo ya más tranquilo y con menos nervios, aguarda impaciente y deseoso de acompañar al Patrón por las calles de un barrio añejo y señero, como es el barrio de San Sebastián. Un barrio que se engalana para la ocasión de forma única, a la vez que a los más mayores les retrotrae a su barrio de toda la vida, a infinitas vivencias y recuerdos imborrables.
Ha tenido que gobernar la primera alcaldesa de la historia de Huelva para darle a las fiestas el sitio que se merecen y realzarlas año tras año. De hecho, este año se le concede al Patrón la distinción de alcalde perpetuo de la ciudad. Espero y deseo que se siga dignificando la fiesta. Anhelo una futura moción llevada a Pleno, y aprobada por unanimidad en el Consistorio, para que quede aprobado que nuestro “palmito” sea considerado icono y patrimonio histórico y cultural del choquero. Que mañana en Fitur vean a Pilar Miranda camino del stand de Huelva con un palmito en la mano, y rápidamente todos los presentes la vinculen como la alcaldesa de Huelva. Dicho vínculo del palmito con Huelva debe ser urgentemente una realidad, y similar al que tiene el plátano con Canarias.
Durante las fiestas del Patrón debe ofrecerse el producto en colegios, además de impartirse en los diferentes centros educativos máster class y actividades extraescolares para que no se pierda lo de “sacarle de manera eficiente las abuelas”.
Y, por qué no, exportar El Palmito a China de la mano de la gamba y el jamón. No hay más identidad que esa.
Con respecto a Huelva en Fitur, este año ha sido una propuesta muy realista: Huelva, la ciudad más antigua de Occidente, y puedes comprobar que no es mentira.
Cógete un tren y disfruta la experiencia, o vente por carretera un fin de semana de verano… Observando esto, y comparando infraestructuras e inversiones de ciudades vecinas, evidentemente somos los más antiguos de Occidente, ¡pero con hidrógeno verde!
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