La peligrosa trampa del tren en Huelva

El Malacate

La incomunicación ferroviaria de Huelva durante dos días por un corte de la catenaria en la línea con Sevilla ha vuelto a poner en evidencia las deficientes comunicaciones en la provincia

Los autobuses han sido el servicio alternativo para los usuarios de los 24 trenes suspendidos en dos días

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Pasajeros de un Media Distancia a Sevilla aguardan este martes pasado en la estación de Huelva antes de subir al autobús alternativo ofrecido por Renfe.
Pasajeros de un Media Distancia a Sevilla aguardan este martes pasado en la estación de Huelva antes de subir al autobús alternativo ofrecido por Renfe. / Alberto Domínguez

07 de julio 2024 - 03:00

Huelva/HAY un problema muy grave con las conexiones ferroviarias en Huelva. No es nuevo. Afecta a los onubenses, y a quienes quieren llegar a esta provincia, ocasional o regularmente. Pero también lo sufren Renfe y el Ministerio de Transportes. El Gobierno de España, por extensión. 

No es algo exclusivo de aquí. De acuerdo. Muchos otros frentes abiertos tiene la compañía de trenes, el administrador de las infraestructuras ferroviarias, y el propio Ministerio, del que dependen. Pero en Huelva es especial. Por el cadalso en el que está instalada hace décadas. Y porque otras ciudades y provincias tienen compensación en otros aspectos.

Hace poco más de diez días se anunció desde Renfe y el Ministerio, con su titular al frente, de viva voz, la entrada en servicio de un nuevo tren diario entre Huelva y Sevilla, en ambos sentidos. Con éste, a media mañana, cuatro en total desde cada estación. Ocho al día. Sin reducción en la duración del trayecto, pero una opción más, en horario y plazas ofertadas. Más las dos diarias con Madrid, cuatro en total. Doce entrando o saliendo de la estación onubense.

Sólo pasó un día de la entrada en servicio de esa nueva relación, el lunes pasado. Martes y miércoles, dos días completos. Huelva ha permanecido durante dos días incomunicada por ferrocarril. Esos ocho trenes con Sevilla, doce diarios, 24 en total, no llegaron ni salieron de Las Metas. Tampoco han estado disponibles los de mercancías, tan importantes aquí, aunque no se les vea lo suficiente por circular a horas impropias.

En una de ellas, en la madrugada del martes, uno de estos convoyes que parten de la terminal del Polígono La Paz se enganchó a la catenaria y arrasó durante un kilómetro el tendido eléctrico de la vía, postes incluidos, para dejar un corte de suministro que impidió la circulación de trenes horas después. Durante dos días completos. Entre San Juan del Puerto y Niebla, dentro de la provincia de Huelva. Sólo aquí.

Lo fortuito del incidente es innegable. Se investigará y habrá que determinar las responsabilidades para que un accidente así ocurra, con unas consecuencias tan contundentes. Pero aún así, contando esa fatalidad no siempre previsible, un suceso de estas características muestra que los efectos de cualquier eventualidad se multiplican y son más graves donde menos preparación y más deficiencias hay en la infraestructura y el servicio.

Seguro que en ningún otro sitio habría pasado eso, o se habría tardado tanto en la reparación. Es una de las quejas que se han oído estos días en Huelva. Sin restar complejidad a lo sucedido y los trabajos posteriores, ni cuestionar la entrega de los equipos de profesionales que tuvieron que echar tantas horas, día y noche, a altas temperaturas, para intentar restablecer el servicio cuanto antes.

Red ferroviaria obsoleta en Huelva

Vigentes las demandas de conexiones dignas para Huelva, que pasan por una nueva línea de alta velocidad con Sevilla y Portugal, un incidente como éste sólo hace avivar la indignación de los onubenses. Por el pésimo servicio de trenes que padece y una red ferroviaria obsoleta, abandonada a su suerte mientras el resto del país se integra en un amplísimo mallado que le lanza a la modernidad con el resto de Europa.

Seguramente, un accidente de de este tipo habrá ocurrido ya, o puede ocurrir, en las numerosas líneas de alta velocidad que hay operativas en España. Nadie lo duda. Pero seguro, también, que en esos casos hay una doble vía en el trazado que permite, por ejemplo, la circulación por una de ellas mientras en la afectada se puede trabajar de madrugada con seguridad, manteniendo relaciones de tren sin cortes o supresiones de importancia, y sin necesidad de que la alternativa sea subir a un autobús para viajar por carretera los 90 kilómetros que apenas separan Huelva y Sevilla.

Dos días, 24 trayectos, se han cubierto esta semana en la autovía A-49 durante la supresión obligada de la circulación de trenes en la provincia de Huelva. Lo grave es que no son los primeros viajes en autobús para este trayecto estos últimos años. Y probablemente tampoco sean los últimos. 

Imágenes de los pasajeros del tren MD Huelva-Sevilla de las 15:00 este martes antes de subir al autobús habilitado por Renfe.
Imágenes de los pasajeros del tren MD Huelva-Sevilla de las 15:00 este martes antes de subir al autobús habilitado por Renfe. / Alberto Domínguez

Este transporte alternativo se ha convertido en algo habitual, hasta el punto de que, como hay quien ha sugerido, quizá Renfe debería plantearse tener “una flota propia de camionetas” para esos desplazamientos por carretera. Seguro en Huelva, más frecuentes que ocasionales, por las averías en los trenes anticuados y otro tipo de incidencias en la línea, que han repetido la escena tantas veces. Y sin lograr la puntualidad para los enlaces en Sevilla con Madrid, como también han sufrido los viajeros estos dos días.

Las carencias y las deficiencias son una realidad. No se pueden maquillar ni excusar. Hay que reconocerlas sin templanza. Actuar y ponerles remedio. Pero no con una solución temporal sino con un abordaje definitivo que impida nuevas afecciones graves como las que aquí en Huelva tanto se sufren. Sin inversiones intermedias que a la postre encarezcan y posterguen aún más la final.

Condena de 26 años en ejecución

No hay nada peor que quedar en evidencia por los problemas recurrentes que no se solucionan. Y mucho más grave es ser preso de las propias palabras y promesas. Los anuncios de pócimas mágicas de dudosa validez, con plazo ya vencido en junio, son un cepo que atrapa y aprisiona a sus responsables. Pero el tren en Huelva es una trampa más peligrosa. Y está en manos de los mismos no caer en ella y eliminarla para siempre. Sin esperar 26 años para ello. A ese AVE que sí es solución definitiva en esta tierra.

Sería poco inteligente prolongar esa trampa ferroviaria onubense para volver a caer en ella de nuevo. Mal será para Huelva y peor para quienes pueden cerrar las heridas que producen esas escenas vergonzosas que acompañan cada incidente. 

Y para eso no basta un tren más diario, de una hora y tres cuartos de duración, o la rectificación de un tramo del trazado actual si no hay doble vía de alta velocidad que permita el acceso a trenes modernos, altas frecuencias, precios y duraciones competitivas, con garantías de un servicio de transporte público de calidad, alternativa real al transporte por carretera, sostenible en todos los sentidos, y justo con Huelva por las oportunidades que le otorgará para la dinamización de sectores económicos con ese flujo más intenso de personas y mercancías. Esperemos que la trampa no siga 26 años más, hasta 2050.

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