La primera situación límite de la temporada hundido como colista

Ni los más pesimistas pensaban que esta temporada iba a ser más complicada de encajar, ya se saca la calculadora. El Recreativo es un bien de primera necesidad por lo que representa en Huelva, que aglutina todos los elementos disponibles que se precisa cada jornada para crear el hogar de la afición. Verlo último en la clasificación con solo cinco jornadas disputadas es un trauma difícil de digerir por la caída prematura al fondo. La felicidad y el sufrimiento es como una forma de entender el fútbol del recreativismo fiel. Sin lugar a dudas se detecta que es la primera situación límite de la temporada tras un mes de competición sumando tres de los 15 puntos en juego, encajando goles en todos los partidos y destrozado en la “liguilla” ante los filiales.

El equipo se ha abierto en canal, que es una pésima noticia. Y es que existen males que no sanan y urge cerrar cuanto antes este juicio final tras asumir que no ha tenido respuestas concluyentes. Junto al Real Madrid Castilla son los únicos sin saborear una victoria. De momento se pide calma ante la tempestad en defensa de la integridad del vestuario. Todo está focalizado en dos frentes: la primera alegría nada menos que en Ceuta, un rival cualificado y seguro como bloque, siendo la otra opción apremiante no perder, que implicaría un choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente.

Muy pronto llega el inicio de los partidos vitales alejado dos puntos de salida del descenso y siendo el segundo más goleado de los cuarenta equipos de la categoría. El Ceuta salió de la zona de playoff, pero está a dos puntos del líder Mérida y lleva cuatro jornadas sin perder (dos empates seguidos) con ganas de reivindicarse ante el inesperado colista. El fútbol es tan raro que cualquier detalle cambia el giro de un partido. Y a esto se agarra con fe el Decano, ahora con la carga de más presión y responsabilidad para frenar la zozobra mezclada con la angustia.