Quedan deberes por hacer a la espera del cierre del mercado

Huelva/La pretemporada firmó su epílogo en Cartaya y todo se centra en el arranque liguero en Mérida, pero dar excesiva importancia a los resultados, buenos o malos, en la etapa de preparación no es aconsejable, al margen del toque de atención. Son pruebas para la gestión de grupo, aunque ayudan más las victorias en los aspectos básicos de la planificación. No hay pretemporada perfecta y el entrenador siempre mantiene dudas existenciales en el proceso de ensamblaje. Y también la afición menos fiel se agarra a lo visto en los amistosos con sus dudas para aumentar el censo de abonados. 

 Y es que al Recreativo le queda deberes por hacer por el tema del mercado y el proceso de adaptación de las incorporaciones. La inquietud recae en el potencial ofensivo, junto a las imprecisiones en la creación del juego que debilita las conexiones en ataque. La apetencia del recreativismo es que el equipo compita como aspirante desde el 25 de agosto, a sabiendas que el camino por recorrer es mucho y que la mejor versión debería llegar a medida que avancen las jornadas. Toca esperar al nuevo Decano porque necesita tiempo y paciencia para defender su estatus. La pasada campaña el gasto de la plantilla fue de 1.245.000 euros y la actual es menor en el desequilibrio económico.

 El análisis presente genera interrogantes, siendo todos conscientes de que el Recreativo no será un equipo de llevar la iniciativa en el juego. Sistema defensivo compacto y pivotes de presencia física como base de maniobras para sorprender en despliegues rápidos de bandas y acierto en los pases finales como alternativa más viable de control de los partidos. Los deseos de Abel Gómez serían tres fichajes en el repunte de los ajustes. La comisión deportiva descarta las 25 licencias, tras el recuento del parné, y apuesta con 23 de ellas (ahora 21) a expensas del saldo de ocasión en el cierre de mercado, los euros están contados, incluida la calderilla.