La firma
Antonio Fernández Jurado
Se retroalimentan
No sé cuales pueden ser las sensaciones individuales de los ciudadanos ante tanta podredumbre en la vida política, con vinculaciones sociales, tal y como estamos viendo y viviendo en nuestro país, tras la llegada al Gobierno del mismo, unos Ejecutivos paradigma de la lucha contra la corrupción -me niego a llamarlos progresistas, vistos los hechos y evidencias, no los “relatos”- y mediante una Moción de Censura defendida por un Ministro, hoy día, imputado y con suplicatorio concedido por el Congreso de los Diputados. No habría mucho más que decir, si todo quedara ahí, pero no hace falta que recuerde, las causas abiertas por presunto nepotismo, tráfico de influencias, apropiaciones indebidas, auditorías no tenidas en cuenta, filtraciones incompatibles con las obligaciones del cargo en ejercicio,... en definitiva una concatenación de situaciones que van superándose unas a otras, generando tal nivel de deterioro institucional que están provocando un escepticismo generalizado respecto al crédito de las mismas, en tanto en cuanto repercute en el bienestar general y la calidad democrática del Estado.
Dicho esto, hay que resaltar la falta de respeto a la propia actividad parlamentaria con esa especie de “yenka” legislativa con decretos “omnibus” adelante y “troceados” atrás, días después para dejar patente las faltas de moralidad y valores, tal cual es, aceptar la humillación por el socio prófugo, con tal de permanecer en el Poder, aceptando la misma antes que pactar con sus oponentes, dado que lo suyo es someter al otro antes que consensuar.
Es así, aunque pareciera contradictorio, porque ambos, el de Moncloa y el prófugo de Waterloo, se retroalimentan. El uno presta votos imprescindibles y el otro cede todo para mantener su continuidad en el cargo, por eso y mientras sea, como realmente lo es, más rentable ser independentista que vivir en independencia, poco cambiarán las cosas salvo la continuidad de las exigencias y el chantaje político, amnistía incluía, aunque se hable poco de ella.
Y llegará el día en que se hagan, gracias a esa retroalimentación política una foto en Waterloo que nos evoque la letra del grupo ABBA, cuando en su canción apuntan lo que ellos dirán a dúo: “No podría escapar si quisiera/sabiendo que mi destino es estar contigo”. Así están las cosas, máxime, cuando siempre, por mucho que “cambie de opinión “, habrá un tercero a quien culpar sabiendo la actitud escéptica, en muchos casos sumisa, amnésica, acrítica… de gran parte de la población y teniendo a unos sindicatos dispuestos a la protesta en la calle contra la Oposición, en un ejercicio insólito de servidumbre al Poder, más característico de autoritarismo que democrático.
Un último detalle, la retroalimentación finalizará el día en que el Presidente se crea a Tezanos. Ahí convocará elecciones.
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