San Sebastián, onubense

24 de enero 2025 - 03:05

Tengo un amigo que dice que los patrones y patronas de los municipios en cierta medida se parecen a los habitantes de los mismos. Como si el imaginero de turno hubiera cogido de modelo estético los rasgos más característicos de sus vecinos. Y puede que sea así. El pasado lunes, 20 de enero, el santoral marcaba la festividad de San Sebastián, patrón, entre otros municipios, de Huelva. Y físicamente no tengo claro que se parezca mucho a los que por aquí vivimos, pero metafóricamente…

Porque este militar romano nacido en Narbona y formado en Milán que sepamos tiene pocos vínculos con esta zona de la Bética. El mismo al que el emperador condenó a ser asaeteado a la vista pública y que fue dado por muerto. Pero no fue así, le llevó tiempo y curaciones hasta que, recuperado de sus heridas, volvió y el emperador Maximiano ordenó que se le castigara a latigazos, otra tortura, hasta consumirlo. Puede que todo ese calvario, el ser dado de lado, herido, curado pero con cicatrices a la vista, y después dejado a la extenuación del golpe continuo y agotador, definitivamente tengan mucho que ver con Huelva. La misma provincia que, mientras se promociona en FITUR buscando asomar la cabeza en el mercado turístico internacional, se queda sin líneas ferroviarias disponibles, sin conexión, por no se sabe ya qué número de veces. Con promesas infinitamente postergadas. Con continua sensación de abandono. Autocuidados y costuras. Puede que sí, que nos parezcamos. También nos podríamos identificar con eso de ser auténticos, de tener nuestros principios irrenunciables y de defenderlos hasta sus últimas consecuencias, con orgullo.

Aquí, en cualquier caso lo celebramos, en la calle, si es que la lluvia lo permite. Conciertos viernes, sábado y domingo, en el Parque Alonso Sánchez y en Pablo Rada (Juanlu Montoya, El Duende Callejero, El Patio, Jamakuko, Stoner River Band, Jane Doe Rock n Roll Band, Barón Brandy, DJ Bau, los Mojinos Escozíos, Penélope Watson, y cierre de Macaco a la hora de la siesta). Entre tanto, la procesión de San Sebastián, los palmitos, los coquis, las habas con choco, y las gentes, dando forma a esta tradición que inaugura el calendario festivo. Larga vida a este patrimonio inmaterial. Así, que si es uno de los míos, si es defensor y protector de lo que somos, no queda otra que celebrar la vuelta del patrón aunque sea por su onomástica. ¡Viva San Sebastián, el onubense!

stats