Los saques de banda en Huelva

Nuevo sábado de papas con chocos, aún con resaca tras lo vivido el fin de semana pasado en la festividad del Patrón San Sebastián. Qué éxito, que algarabía… Lástima que el riesgo de lluvia impidiera que el Patrón no pudiese realizar el novedoso recorrido procesional establecido.

Semana intensa ésta, en la que nos ha visitado el ministro de Transportes para hablar, entre otras cosas, de la pronta (según él) llegada del AVE.

Para mí, sinceramente no ha dicho nada nuevo, yo me he quedado igual. Dice que es cuestión de tiempo, pero yo, la verdad, no me creo nada, ya que eso mismo nos dijeron, hace años, los anteriores y los anteriores y los anteriores… gobernantes, y a día de hoy, tanto unos como otros no ha sido capaces de llevar a cabo dicha gestión.

Viendo cómo se están desarrollando todos los acontecimientos, cuando el primer pasajero se suba en un tren AVE para viajar de Huelva a Sevilla será recordado como el primer hombre que pisó la luna. El Neil Armstrong choquero. Será recordado como un hecho histórico en esta provincia y quedará grabado entre los onubenses como quedó grabado el descubrimiento de América o el vuelo del Plus Ultra. Como digo, con un impacto equivalente a las misiones del Apolo.

Ahora, misteriosamente, para el trazado no existe impacto ambiental y nos cuentan lo maravilloso que será: que si tardaremos 25 minutos en llegar a Sevilla, que si viajaremos a una velocidad de 350km/h, que si pasaremos por un túnel de 2 kilómetros… Muy bonito todo, pero la realidad que tenemos a día de hoy es que hay que realizar un proyecto para licitar todo lo anterior, y quizás pasarán años, y habrá probablemente un cambio de Gobierno y… Ojalá me equivoque pero viendo el panorama de hoy, esto es como si en un partido de fútbol celebras que te han pitado tres saques de banda a favor. En Huelva llevamos años, casi desde cuando jugaban Isabelo Ramírez o Pepe Lapi, celebrando saques de banda y aplaudiendo efusivamente a quienes los han provocado.

Chungalistas y no chungalistas, onubenses míos todos, ya está bien de celebrar saques de banda. Debemos exigirnos mucho más y celebrar goles, y muchos, sin importarnos quién los meta. Esos goles mañana serán victorias, y esas victorias serán títulos; títulos traducidos en las deseadas infraestructuras y riqueza que tanto merecemos.