Telonazos al mamarracho

Crónicas levantiscas

06 de febrero 2025 - 03:07

No es necesario que el concurso de agrupaciones del Carnaval de Cádiz recupere el telonazo censor, que el respetable ya se encarga de silenciar lo que es inadmisible, tal como ha ocurrido con la chirigota negacionista que lideraba Katy Balber, esta ceutí vinculada a Libres, un partido ultra de la ciudad autónoma a la que Vox se le quedó marxista.

Aunque conviene hacer una precisión: el público no boicoteó a Abre los ojos por su mensaje conspiranoico o ultraderechista, sino por ausencia de calidad, evidente incapacidad para el canto y, en definitiva, por ser unos grandes mamarrachos. En el Falla se ha escuchado de todo. En esta edición, por ejemplo, la chirigota de Antoñito Molina, que además es el pregonero del Carnaval, canta un cuplé donde invita al tirador que intentó asesinar a Donald Trump en la pasada campaña electoral a que venga a España y dispare a Pedro Sánchez, pero con el ruego de que esta vez apunte a la oreja y le dé en la frente. Esto último, literal. Dicen que es humor negro.

El Falla ha aplaudido en una misma sesión un pasodoble contra el alcalde y otro a favor, un alegato a favor de la pena de muerte y otro en la dirección opuesta, incluso una chirigota, en esto que llaman metacarnaval, ha ligado en una copla una crítica general y un elogio masivo a Mariano Rajoy. En el teatro se canta lo que cada agrupación quiere y el público aplaude o censura lo que le parece, siempre, claro está, que la calidad alcance un mínimo que no está tasado ni estaturizado, pero que se entiende. Ya en esta edición estuvimos a punto de rozar otra tragedia con la actuación de un cuarteto de Alcázar de San Juan, cuyos componentes se habían apostado en una juerga si salir o no en el Falla.

No obstante, hay mucha justicia poética en que la chirigota Abre los ojos, la negacionista, haya sido tal desastre que en algunos nos genere hasta un poco de compasión. A mí, por ejemplo, me dio mucha pena la chica que, supuestamente, iba disfrazada de pangolín. Eso sí que es un misterio.

Justicia poética porque otros, como Robert F. Kennedy Jr., va de serio y ha conseguido ser secretario de Salud de la nueva Administración norteamericana, a pesar de que pidió la retirada de las vacunas del Covid, cargó contra las que evitan el cáncer de cuello uterino y ligó a otras con el autismo y las alergias. Otro gran mamarracho, pero en la Casa Blanca.

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