Juan Manuel Marqués Perales

La tercera mutación de la derecha española

Crónicas levantiscas

02 de febrero 2025 - 03:07

La irrupción de Vox fue interpretada de modo erróneo como una división inédita en la derecha española, cuando en realidad la franja diestra ha estado tan dividida desde la Transición como la izquierda, acaso más porque las dos fuerzas que han sido hegemónicas en Cataluña y en el País Vasco también bebían del electorado conservador y católico. Salvo el largo mandato de José María Aznar, la derecha no ha sido monolítica. Vivió un primer tramo donde compitieron la Alianza Popular de Fraga con la UCD de Adolfo Suárez, que de por sí fue una espesa sopa de letras donde se mezclaron los jóvenes burócratas del Movimiento franquista con los democratacristianos, liberales y socialdemócratas de la oposición al dictador. Blas Piñar, esquinado en la derecha ultra, llegó a tener representación en el Congreso.

José María Aznar gobernó con firmeza, y todos lo demás, incluido Mariano Rajoy, Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo, han navegado en su estela, pero en competencia, primero, con Ciudadanos y ahora con Vox, y sin las ambiciones reformistas del primer presidente de Gobierno del PP. Su único objetivo reconocible es la ocupación del poder.

Vox ha interpretado bien el signo de los tiempos, es el partido trumpista de España, el amigo de Giorgia Meloni y el agitador nacional populista que, como tantos otros en Europa, esperan a las elecciones alemanas para comprobar cómo funciona la alianza de la tecnocasta de Elon Musk con los ultras de Alternativa por Alemania. Si logran gobernar con los democratacristianos, Europa habrá virado hacia el extremismo.

En este contexto, el PP tendrá que asumir si se mantiene en el moderantismo de Feijóo y Juanma Moreno o si vira con la candidata de estos tiempos, que es Isabel Díaz Ayuso. La madrileña es un despropósito para los viejos cánones europeos, pero es la adecuada para la España polarizada que no sólo ella, sino también Pedro Sánchez, tratarán de crispar aún más. No sólo Vox lee bien los tiempos, el presidente del Gobierno es quien los interpreta mejor. No lo duden.

Si Feijóo fallase una vez más ante la estrategia de bloques de Sánchez, el aznarismo y todo lo que rodea al PP en Madrid apostarían por Ayuso, porque Juanma Moreno representa lo mismo que el gallego pero en Andalucía. No querrían a otro moderado. La batalla sería terrible pero la madrileña tiene a su favor la edad y la ubicación geográfica, aunque supondría la completa radicalización del país y la tercera mutación de la derecha hacia posiciones más extremas.

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