Tradición inmaculista

05 de diciembre 2024 - 03:06

La tradición en los pueblos es como el artículo de fe que nos da constancia, fuerza y gozo, para creer o continuar algo que se va aferrando en nosotros.

Ahora, con la llegada del día ocho de Diciembre, hay un sentimiento religioso, lleno de devoción, sobre todo para el pueblo andaluz, que eleva aún más si cabe, el amor mariano de esta tierra a la Madre de Dios.

Y lo hace de forma única en la creencia de un dogma que glorifica y engrandece nuestra religión. Me refiero concretamente a la tradición inmaculista de nuestra ciudad, que eleva su mirada a la siempre llamada y venerada, Purísima Concepción.

Cuando allá en el año mil ochocientos cincuenta y cuatro, el Papa Pío IX declaraba solemnemente el dogma de la concepción inmaculada de la Virgen María, ya Hueva hacía varios siglos que tenía un templo bajo tan bella y sentida advocación, siendo uno de los primeros que en la cristiandad llevó tan honroso título.

Una devoción que se agigantaba en el tiempo y que aquí supimos mantener con numerosos cultos que los ciudadanos han vivido constantemente.

Como estampa secular, pasó a la historia urbana onubense la elevación de un Triunfo a la Inmaculada, en la popular y castiza plaza de la Merced, frente al convento y templo que allí existía y que hoy nos honra con el título catedralicio a la joven diócesis. Monumento que adornaba el centro de la plaza y que fue destruido en tiempos de la Guerra de la Independencia.

Siempre recuerdo, cuando en el año mil novecientos cincuenta y tres, al erigir el Papa Pío XII la diócesis, el Obispo Cantero Cuadrado, elegía poco después para ella el título de Patrona.

La decisión fue ampliamente estudiada y hasta discutida, pues había nombres de Vírgenes en la provincia con amplia devoción y entusiasmo popular. Pero fue nuestro primer prelado quien decidió bajo que patronazgo debía estar la recién nacida diócesis española. No hubo dudas por parte de don Pedro. La Inmaculada Concepción por significación, devoción, tradición histórica y culto secular desde el siglo XVI con templo bajo su advocación desde entonces, sería nuestra Patrona diocesana.

Con letras y presencia de oro se trasladó la designación de dicho título al pueblo onubense aquel año de la erección de la nueva diócesis, y en la fiesta decembrina, celebró la magna procesión con la venida de numerosas imágenes patronales de todos los templos de la provincia, que ya es historia bella y recordada en los anales religiosos onubenses.

Muchas cosas habría que contar de esta tradición inmaculista de Huelva, pero sean estas expuestas, semillas de una devoción que cada año fructifica, con la salida de la imagen de la Virgen desde su templo concepcionista, en una Hermandad que honra esta devoción y pone en las calles el amor del pueblo católico de una ciudad que se siente orgullosa bajo el influjo de un dogma que enaltece a la proclamada Reina del Cielo y que cada año en estas fechas manifiesta su sentimiento de amor y devoción más sincera.

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