El balcón
Ignacio Martínez
Negar el tributo y lucir el gasto
El 25 de junio de 2020 parafraseaba en esta columna a Antonio Machado, que decía: “Entre los dioses que adoro/Nogales tiene un altar”. Era la cita que me recordaba mi querido amigo y compañero, Ricardo Bada, que había descubierto en Twitter una fotografía de la tumba de Manuel Chaves Nogales, periodista y escritor, sin lápida, en el North Sheen Cementery de Richmond. “Equidistante”, según el remitente. Había muerto sólo en Londres en 1944 de un cáncer de estómago a los 47 años, debatiéndose infructuosamente entre unos irreconciliables extremistas de derechas e izquierdas. Uno de los twitts, afligidos en su mayoría, que respondían a tan desoladora noticia, es de Maite Pagazaurtundúa. Escribía: “Equidistante, no diría yo. Se enfrentó a la brutalidad y el sectarismo. Con su pluma, Con su capacidad para discernir”.
Lo recordaba cuando hace exactamente una semana en el Centro de Comunicación Jesús Hermida, con los auspicios de la Asociación de la Prensa, dentro de una serie de actividades de muy estimable nivel periodístico, se celebraba una conferencia sobre “Manuel Chaves Nogales. El genio del periodismo y su relación con Huelva”, a cargo de la Doctora en Filología por la Universidad de Sevilla, María Isabel Cintas, y cuya presentación corrió a cargo de nuestro entrañable compañero, el periodista Antonio Manfredi, de prestigiosa raigambre onubense.
Ahora que tanto se cuestiona la libertad de prensa y se advierte en ciertos mandatarios, supuestamente democráticos, un intento de controlar los medios informativos y el derecho a la libre información y padecemos un revisionismo demencial e ignorante de iconoclastas de ideas trasnochadas y odios inexplicables que pretenden destruir la memoria, devastar la historia y enmendarla a su abstrusa manera, malintencionada y rencorosa, la figura de Manuel Chaves Nogales, cobra especial trascendencia. Por mi parte puedo afirmar que le guardo una fervorosa adoración desde que leí – una lectura clandestina como tantas - “A sangre y fuego: Héroes, bestias y mártires de España” (1937), publicado en Chile y reeditado en 2011 por Libros del Asteroide, que es, para mí, uno de los mejores textos sobre la guerra civil española, Como escribía Antonio Muñoz Molina, “Chaves Nogales es el hombre justo que no se casa con nadie porque su compasión y su solidaridad están del lado de las personas que sufren” O como afirmaba, la conferenciante, su biógrafa María Isabel Cintas Guillén: “impresionante testimonio de la guerra civil donde denuncia las atrocidades cometidas por ambos bandos con una lucidez sorprendentemente adelantada a su tiempo”.
Una obra excepcional en la apasionante bibliografía de Chaves Nogales es su biografía del legendario torero Juan Belmonte. Es una biografía única, diferente, con una fuerza descriptiva realmente deslumbrante y arrebatadora cuya lectura fascina desde la primera página hasta la última y apasionará tanto al aficionado a los toros como al que no lo es.
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