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Huelva/Estaba anunciado para antes de que acabara junio. Y ha ocurrido. Más o menos. El ministro de Transportes ha hablado sobre novedades de Renfe para Huelva. Eso nos encontramos este jueves de improviso, con anuncio de la compañía sobre dos nuevos trenes diarios con Sevilla (uno por trayecto, no más), y reforzado por las palabras de Óscar Puente en un vídeo difundido a través de las redes sociales.
En esa grabación, el ministro nos da la enhorabuena, a los andaluces, porque con esas dos nuevas relaciones “tendremos más opciones y mejor conectividad para este territorio”. Recuerda en ella que su Ministerio apuesta “por la mejora del servicio” y lo hace ahora, dice, “reforzando una opción de movilidad más cómoda, accesible y sostenible”.
Lo asegura el ministro Puente en ese video tras detallar los dos trenes que se incorporan desde mañana lunes al servicio entre Huelva y Sevilla (no aclara si como el habitual refuerzo de verano o de forma definitiva). El que tiene salida de la estación de Las Metas a las 10:51 llegará a Santa Justa a las 12:37. Tal cual. Naturalizando, una vez más, un viaje de 1 hora y 46 minutos para cubrir una distancia poco más de 90 kilómetros. El doble que se invierte en coche.
El otro nuevo tren que partirá desde Sevilla tiene como horario las 12:50, con final en Huelva a las 14:23, después de 1 hora y 33 minutos. Tampoco es mucho mejor, en este sentido. Son 13 minutos menos que el anterior, como si también hubiera en tren un tercer carril en este sentido, como en la A-49. Aunque sólo hay una vía: sin baches pero con un trazado del terror. El “tren de la bruja”, como pintaron en aquella señal.
Había muchas expectativas en este mes de junio, que hoy acaba, para saber cuál era la fórmula definitiva que iba a anunciar el Gobierno para paliar las deficiencias en las conexiones ferroviarias de Huelva. Estaba anunciada la visita del ministro de Transporte, Óscar Puente, con un encuentro con agentes sociales e institucionales precisamente para ello. Así lo avanzó y repitió en distintas ocasiones la subdelegada del Gobierno, María José Rico.
El gesto de Puente de querer venir a Huelva, dar la cara y ofrecer directamente a los onubenses sus explicaciones y sus planes fue recibido de buen grado. Y escucharles también, se entiende. Sería más de lo que hicieron otros ministros del ramo anteriormente.
Pero acaba junio y la visita del ministro se ha limitado a Twitter y a un video en el que no anuncia proyectos ni obras, ni esos recortes en los tiempos de viaje adelantados hace dos meses. Apenas un nuevo tren por trayecto, que es de agradecer pero no soluciona nada.
Salir de Huelva a las 10:51 y llegar a Sevilla a las 12:37 es emplear 1 hora y 46 minutos, un 'lujo', y con incertidumbre, frente a los 50 minutos del coche
No es que aquí se acepten esas lanzaderas que entonces se esgrimieron como solución, pero sí había en Huelva esperanzas de que un ministro del Gobierno de España viniera a la provincia a interesarse por su situación, por sus problemas y necesidades. Quizá así encontrarían los onubenses empatía y comprensión en Óscar Puente. Y un replanteamiento de esos planes iniciales que descartan el AVE antes de 2050, mientras otros territorios españoles avanzan en sus infraestructuras de comunicación.
Cuando se habla de trenes dignos para Huelva, en igualdad de condiciones al resto del país, se habla de AVE, la Alta Velocidad Española, Alta Velocidad a secas. Trenes que alcancen más de 100km/h, que circulen en doble vía, que permitan más relaciones diarias, muchas más, pero también mucho menos tiempo de viaje. Trenes tan modernos y con precios tan competitivos como esos que la propia Renfe y las nuevas compañías privadas –sólo operativas en este tipo de servicio tan especial– se encargan de anunciar a bombo y platillo, mientras los onubenses lo vemos con ese sentimiento ya tan nuestro, mezcla de envidia y resignación.
Todo lo que vemos que disfrutan otros, o que lo van a disfrutar en poco tiempo, son motivos de peso para que crezca nuestra indignación. Y ésta nace realmente de unas condiciones esperpénticas, por ser propias de otros siglos, o de otras latitudes que no presumen de ser una de las primeras economías del mundo. Porque siguen las deficiencias y los retrasos, como el de este jueves pasado, que llegó a los 55 minutos. Aunque sólo sean muy graves los que superan los 60 minutos, para que Renfe devuelva todo el importe de sus billetes a los usuarios afectados.
Damos por hecho que el señor Puente conoce que Huelva y Sevilla son las dos capitales andaluzas más próximas. Apenas 92 kilómetros las separan. Muchas personas tienen repartidos hogar y trabajo entre ambas ciudades, indistintamente. Y esa es una de las causas por las que la A-49 es la carretera con mayor tráfico diario de Andalucía, solo detrás de la que une Sevilla y Cádiz. Hay informes que así lo dicen. Seguro que el Ministerio los tiene.
Debe saber también el ministro que alguien que salga en coche desde Huelva, de la Avenida de Andalucía, por ejemplo, con destino a Sevilla, puede invertir 50 minutos en llegar. Quizá 55, según el tráfico. Sin ser Fittipaldi y respetando los límites de velocidad.
El Gobierno debe dotar a los territorios que van a ser un motor para el país. Y el combustible de las infraestructuras es vital para Huelva.
Con esos tiempos difícilmente puede competir un tren actualmente. Ni con ese hipotético de los 50 minutos que iba a presentar aquí en junio. Tampoco con estas dos nuevas frecuencias diarias adicionales, si van a tardar 106 y 93 minutos... Siempre que no haya retrasos o averías que obliguen a un traslado por carretera en autobús, por ejemplo.
Si de verdad se apuesta por la “movilidad más cómoda, accesible y sostenible”, debe ser el tren una alternativa real al coche, más cómoda, más rápida, práctica y, por supuesto, fiable.
Si de verdad hay un compromiso del Gobierno con Andalucía, y en este caso con Huelva, es necesaria una visita del ministro y el anuncio de una mejora sustancial, integral y necesaria. La demandada. La alta velocidad, como el resto de España, y que de verdad hace que el tren sea una oferta de transporte público que reste tráfico por carretera. Y en eso no vale el eufemismo de “velocidad alta”.
Huelva va a necesitar mucho más, también, por todo lo que se va a dinamizar la economía local. El lunes presentaba su proyecto, llegado expresamente desde China, el presidente de una de las compañías líderes del sector energético mundial, que tendrá aquí su sede en Europa. Como harán otras más en camino. Y el Gobierno debe responder con inversiones y dotaciones de infraestructuras a esa apuesta privada.
Ya no hablamos solo de lo que merecen o le corresponde a los onubenses, sino de lo que un Gobierno debe dotar a los territorios que van a ser un motor para el país. Y el combustible de las infraestructuras es vital para Huelva.
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