Dos oportunidades de paz para 2025

Editorial

02 de enero 2025 - 03:05

El año 2025 viene condicionado por la próxima toma de posesión de Donald Trump, que se celebrará el 20 de enero ante el Capitolio, la sede del poder legislativo de Estados Unidos que él instigó a ocupar hace ahora cuatro años. La comunidad internacional se enfrenta a un mandato lleno de incertidumbre durante el que el próximo presidente se ha prometido a entablar una guerra comercial que no beneficia a medio plazo a nadie, y de modo especial a China, su gran competidor, y a la Unión Europea, a la que siempre ha tratado de dividir. No obstante, Trump puede aportar un empuje diferente a las guerras de Ucrania y de Gaza, sobre las que hay una leve esperanza de que su administración sí pueda poner término. Trump fue el impulsor de los Acuerdos de Abraham entre Israel y distintos países musulmanes, y es posible que fuerce la devolución de los rehenes de Hamas a cambio de un alto el fuego y el establecimiento de relaciones entre el Estado hebreo y Arabia Saudí. Más inquietante es su modo de ver la invasión de Ucrania, en la que apuesta por la entrega de parte del territorio a la Rusia de Putin, aprovechando la debilidad de Kiev y su dependencia económica de Estados Unidos. Cualquier acuerdo debe pasar por afianzar un mecanismo de seguridad para Ucrania de integridad ante futuras aspiraciones rusas. Entregar parte del territorio ocupado a cambio de una membresía ucraniana de la OTAN es un mecanismo posible. Todo lo que sea dejar a Kiev debilitado frente a futuras amenazas sería una derrota para Ucrania y un grave precedente para la propia seguridad de la Unión Europea. Es posible que Donald Trump intente debilitar la unidad de la Unión Europea con negociaciones bilaterales con distintos países, y es éste el riesgo que hay que conjurar en este 2025.

stats