Oriente Medio, punto de no retorno

Editorial

05 de agosto 2024 - 03:06

Diez meses después de que se produjeran los atentados de Hamas en Israel, el conflicto de Gaza no sólo está lejos de su final, sino que amenaza con extenderse a toda la región de Oriente Medio. Estados Unidos ha pedido a sus nacionales que salgan del Líbano y varias líneas aéreas han dejado de volar a Israel ante lo que se espera que sea un nuevo ataque de Irán sobre el Estado hebreo. Ya hubo uno en el mes de abril, pero no tuvo efectos debido a la fortaleza de las defensas israelíes, que entonces también contaron con la ayuda táctica de Estados Unidos y del Reino Unido. Irán ha anunciado que responderá, así, a la muerte del jefe político de Hamas, Ismail Haniya, víctima de un atentado en Teherán que ha sido reconocido por el Gobierno de Netanyahu. Horas antes, en un ataque sin reconocer, también era asesinado en Beirut el número dos de Hezbolá, Fuad Shukr, el otro grupo terrorista al que Irán no sólo apoya en la región, sino que utiliza como instrumento indirecto de guerra sobre Israel. Porque la guerra que se desarrolla en Oriente Medio también es la que patrocina Irán contra los israelíes por medio de grupos en países distintos, como Hamas, Hezbolá, los hutís de Yemen y algunas milicias en Siria. Los últimos movimientos hacen temer que el conflicto se encuentre ante un punto irreversible, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, Egipto y Qatar por alcanzar un alto el fuego que alivie la situación de la población palestina de Gaza. Diez meses después de esos ataques, Israel no ha conseguido acabar con Hamas ni recuperar los más de 70 rehenes que aún se suponen vivos en manos de la organización terrorista, por lo que se impone alcanzar una solución que no suponga más sufrimiento y, a la vez, estabilice la región. En este sentido, el Gobierno de Netanyahu se viene mostrando refractario a los llamamientos que le está haciendo la comunidad internacional, incluido su socio principal, Estados Unidos.

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