Trump deja claro que no tiene amigos

Editorial

04 de febrero 2025 - 03:06

En las primeras semanas de su mandato, Donald Trump no ha dudado en enseñar su tarjeta de presentación: no hay amigos. El retornado presidente de los Estados Unidos deja claro que su objetivo durante este mandato es dinamitar el orden internacional en el que Estados Unidos actuaba como líder del mundo libre. En este contexto hay que enmarcar la imposición de aranceles desorbitados a sus vecinos más próximos, México y Canadá, y a su principal rival geopolítico y económico, China, y la amenaza de que también se dispone a entorpecer los intercambios entre su país y la Unión Europea. Una revolución en el comercio mundial que nos retrotrae a los tiempos del proteccionismo a ultranza que la globalización política y las nuevas tecnologías habían desterrado. Pero la comercial no es la única derivada de los nuevos tiempos que se imponen al mundo desde la Casa Blanca. Las amenazas a un país de la OTAN, como Dinamarca, o su claro desmarque de lo que ha sido la política occidental con respecto a las ansias expansionistas de Vladimir Putin demuestran que se han acabado los tiempos en los que Estados Unidos actuaba como salvaguarda de seguridad de los valores democráticos en el mundo. Con Trump vamos a tener un mundo más inestable e inseguro y ello no es ya un pronóstico, sino una realidad que se conforma cada día con los anuncios que salen del Despacho Oval. Con los aranceles Trump abre una guerra comercial que va a perjudicar a los propios Estados Unidos, que tendrá que pagar un precio más elevado por muchos de los bienes y servicios que importa. Pero eso parece que le da igual. Lo esencial para él es demostrar que puede cambiar el mundo y que lo hará desde los principios del populismo más radical. Es un camino que no ha hecho nada más que empezar. Las consecuencias no tardarán mucho en verse.

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