Trump: algo más que provocaciones

Editorial

13 de enero 2025 - 03:05

No ha tomado todavía posesión de su cargo, lo hará el próximo lunes, y Donald Trump ha conseguido ya elevar la tensión internacional en un mundo que si no necesita algo es que se eche más gasolina al fuego. Pero parece que esa es la intención del ya inminente presidente de los Estados Unidos. Sus declaradas ansias expansionistas sobre Groenlandia, Canadá o el Canal de Panamá, o sus amenazas nada veladas a México, constituyen algo más que provocaciones groseras de un dirigente político acostumbrado a hacer uso y abuso de ellas. El hecho de que estas bravuconadas las diga la persona que en pocos días va a volver a ocupar el Despacho Oval, y que por lo tanto va a tener un enorme poder, ha despertado la lógica preocupación en la esfera internacional. El presidente de los Estados Unidos parece que quiere tensionar y meter en problemas a sus propios aliados, lo que abre una vía de consecuencias imprevisibles. Canadá, de forma muy significada, y México o Dinamarca, país que administra Groenlandia, son estados que forman parte del mismo bloque geoestratégico y que encabeza Washington y que defienden los mismos intereses frente a los intentos de desestabilización mundial de Rusia y China. Con ello Trump deja claro que no le valen los códigos que hasta ahora han regido las relaciones internacionales. Hay motivos para alarmarse porque, además, en el mundo occidental no hay contrapoderes con capacidad para imponer moderación a la Casa Blanca. La Unión Europea, que debería jugar este papel, no tiene medios para hacerlo por su falta de recursos y de cohesión interna. Con el regreso de Donald Trump el mundo occidental y su sistema de valores van a salir perdiendo. Los primeros pasos que ha anunciado, incluso antes de asumir su cargo, son un pésimo presagio que pone en riesgo la seguridad y la paz mundial.

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