La independencia del Poder Judicial

Dentro de sus actividades, la Asociación Foro Sociedad Civil Sevillana organizó el pasado 27 de noviembre, en la sede de la Fundación Caja Rural, la conferencia La independencia judicial. Un reto constitucional y europeo , desarrollada por el prestigiosos jurista don Pedro Cruz Villalón, catedrático emérito de Derecho Constitucional, ex presidente del Tribunal Constitucional y ex abogado general del Tribunal de Justicia Europeo.

La Conferencia tuvo un desarrollo doble. Una primera parte, la conferencia propiamente dicha, y una segunda parte como coloquio.

La inició, comentando el cambio, en el título de su charla, de la palabra “problema” por el término “reto”, al considerar que plantear la independencia judicial como un problema carecía de base lógica, mientras que considerarla como reto, encajaba perfectamente con la situación actual.

Seguidamente indicó que se centraría en la situación en algunos países europeos, partiendo de las consideraciones que expuso en un artículo suyo publicado hace algunos años en los que trataba la situación en Polonia, con un Gobierno intentando sojuzgar al poder judicial. Análoga situación había aparecido ya en Hungría desde un lustro antes

Tras exponer la situación vivida en ambos países, planteó la respuesta de la UE sobre ambas confrontaciones por parte de sus órganos judiciales, en concreto del Tribunal de Justicia Europeo, en cuyo seno y como abogado general estuvo desde 2009 a 2015. Respuesta centrada en la defensa rotunda de la necesidad de que el poder judicial se mantuviera al margen de cualquier tipo de control político, como única manera de servir de contrapeso al poder ejecutivo y al legislativo. En su razonada exposición dejó claramente establecido que, bajo ningún concepto, las instituciones judiciales europeas permitirían que el poder judicial perdiera su necesaria independencia, al entenderla como una de las tres patas básicas de un Estado democrático y moderno

Al ceñir su exposición a la situación padecida por los países citados, no existió comentario alguno sobre la compleja situación que en estos momentos se vive en nuestro país, con un claro posicionamiento de los partidos mayoritarios sobre la independencia judicial, traducido en un continuo rifirrafe y en la absoluta imposibilidad de lograr pactos de estado. Ni siquiera el reciente acuerdo sobre el desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial ha logrado disfrazar la soterrada lucha por su control político. Su, a nuestro juicio, silencio sobre un tema tan delicado como real, sólo es achacable a su exquisita prudencia, pero no cabe duda de que al defender con rotundidad la posición del Tribunal de Justicia Europeo sobre la imprescindible independencia del poder judicial, estaba lanzando un claro mensaje.

En el animado coloquio que siguió, prácticamente centrado en España, en contestación a preguntas formuladas, fue bastante más explícito, defendiendo la necesidad de una reforma constitucional para adecuarla a los momentos actuales o manifestando su desacuerdo con el actual procedimiento de elección de los componentes del Consejo General del Poder Judicial al entender que la reforma efectuada en 1985, es contraria a la letra y el espíritu de nuestra propia Constitución. No entró en el tema de la elección de los miembros del Tribunal Constitucional al considerar que son situaciones completamente distintas. Igualmente expuso su pensamiento sobre las juventudes que se integran, como un cuerpo propio, en los partidos políticos, explicando que, en su opinión, para ser político resulta altamente conveniente un bagaje previo profesional y laboral, mostrando su discrepancia al estimar que quienes desde los 16 años se meten en política y allí discurre su vida profesional , carecen de las experiencias que se alcanzan con el ejercicio de un trabajo o una profesión, imprescindibles en su opinión para convertirse en buenos políticos.

En resumen una interesantísima conferencia, dictada por uno de los más prestigiosos juristas actuales, muy bien razonada y perfectamente expuesta.