Adiós al campo de golf de Matalascañas
Doñana Da Silva Golf consuma el anunciado cierre Una vez resuelta la rescisión del contrato de arrendamiento volverá a manos de Exclusivas Doñana
Tal como estaba anunciado, el Doñana Golf de Matalascañas cerró ayer sus puertas de manera indefinida. Una medida que pone en tela de juicio la viabilidad futura de las instalaciones deportivas, a la par que representa un jarro de agua fría para un sector turístico que confiaba en el atractivo de la infraestructura para romper la fuerte estacionalidad que aqueja al turismo de Matalascañas.
La sociedad mercantil Doñana Da Silva Golf consuma el anunciado cierre "obligado" por el estado casi desértico en el que habían quedado los green, tras carecer de garantías de que se le suministraría "agua en cantidad y suficiencia" como para atender las necesidades hídricas de unas instalaciones que se extienden a lo largo de 54 hectáreas de zona verde. El administrador de la entidad mercantil, José Antonio López Casas, lamentó el despido de los diez trabajadores que mantenía en plantilla la sociedad, que cobrarán el pertinente finiquito. La empresa albergó hasta el último momento la esperanza de que el Ayuntamiento cumpliese con sus obligaciones contractuales y le facilitase agua depurada de calidad, bien desde la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Matalascañas o, en su defecto, adquiriendo una depuradora portátil que la misma empresa se prestó a financiar.
En declaraciones a Huelva Información López Casas insistió en que ha aguantado "cuatro años con las deficiencias" en el suministro del agua, soportando las quejas vecinales por el hedor que desprendía el agua durante el periodo estival en el que el mercurio rompía la barrera de los treinta grados. Los perjuicios económicos han sido notorios con la caída, en los últimos meses, de cinco torneos de renombre a nivel nacional, amén de un daño irreparable para la imagen del campo.
¿Cuál es el futuro que le depara a las instalaciones deportivas? Nadie parece saberlo con certeza. El Ayuntamiento de Almonte tampoco tiene una hoja de ruta trazada. Lo lógica aconseja la apertura de una negociación con Doñana Da Silva para resolver la rescisión del contrato de arrendamiento, a fin de devolver el campo a los anteriores socios de Exclusivas Doñana. Así lo ha ordenado el Consejo Consultivo de Andalucía, que declaró nula la operación de compra venta que llevó a cabo el ex alcalde socialista Francisco Bella. Ellos recuperarán así la propiedad inmobiliaria y las arcas publicas verían reembolsada la parte ya abonada de los 7,5 millones de euros en los que se tasó su venta. Parte de este montante económico fue permutado con 14 parcelas en la aldea de El Rocío.
Entre tanto López Casas, que dispone de un contrato de arrendamiento por 20 años (ya se han cumplido cuatro), señaló que sus asesores jurídicos están estudiando detenidamente la situación para determinar los daños y perjuicios ocasionados y reclamarlos judicialmente. El empresario madrileño afirmó que el Ayuntamiento nunca se ha sentado a negociar la posibilidad de rescindir el contrato y devolver las instalaciones a sus anteriores propietarios. "Sinceramente creo que al Ayuntamiento le importa un bledo lo que ocurra con el campo", señaló con pesadumbre.
De momento el único plan avanzado por el actual equipo de gobierno consiste en "estudiar la viabilidad" de proceder a la rescisión del contrato, invocando para ello el incumplimiento del mismo por el cierre unilateral de las instalaciones deportivas. El concejal de Turismo, Desarrollo Local y Matalascañas, José Miguel Espina, considera que los problemas de abastecimiento son "la excusa" del empresario para encubrir "que a la empresa no le está siendo rentable" la explotación del negocio golfístico, por lo que busca la mejor manera de rescindir el contrato con un Ayuntamiento que, recordó, "ya no es propietario de las instalaciones.
Doñana Da Silva Golf desecha estas acusaciones y pone como éxitos de su gestión el lograr mermar la sangría económica que arrastraba el campo asumiendo con el capital de su administrador las pérdidas del primer año que ascendieron a 260.000 euros y a 200.000 los sucesivos ejercicios. Aun así, López Casas recordó que cuando se hizo con las riendas de la entidad ya pronosticó pérdidas durante los primeros cinco años.
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