Almonte busca el encaje entre la ley y la tradición de las salvas a la Virgen
Las sanciones a los almonteños por la Venida seguirán su curso como cualquier otro proceso administrativo. Ayuntamiento y Subdelegación abren una línea de trabajo para lograr un acuerdo
Huelva/El Ayuntamiento de Almonte y la Subdelegación del Gobierno han abierto una línea de trabajo para llegar a un consenso en el que se pueda “conciliar la tradición con la seguridad”, según las palabras de la subdelegada, Manuela Parralo. Todo ello, tras la reunión mantenida en la mañana de ayer con el equipo de Gobierno almonteño sobre la situación creada en torno a las salvas a la Virgen del Rocío, que se producen en Almonte durante el tiempo que permanece en el municipio la patrona hasta que vuelva a la aldea el próximo mayo.
En este sentido, desde la Subdelegación informaron que están pendientes de próximas reuniones conjuntas entre el Ayuntamiento de Almonte, la Hermandad Matriz del Rocío y la propia entidad del Gobierno central, para llegar a una ordenación de la tradición siempre preservando la seguridad.
Por su parte, el edil de Seguridad Ciudadana del Consistorio almonteño, Manuel Ángel Fernández, explicó a este periódico que en la reunión se volvió a poner sobre la mesa la propuesta municipal de acotar una zona de especial interés con un perímetro de seguridad donde los vecinos pudieran tirar las salvas, que garantizara, por encima de todo, la seguridad. Este hecho debe estudiarlo la Guardia Civil, que baraja distintas posibilidades sobre la cuestión y que es quien tiene la competencia de decidir sobre ello.
Fernández señaló que en Almonte se ha constituido la Asociación de Trabuqueros, cuya misión principal es que se regule su afición a tirar las salvas, teniendo en cuenta que el arma utilizada es el tradicional trabuco, que dispara pólvora, diferente a las escopetas de caza, muy usadas en el pueblo por los muchos cazadores que tienen sus licencias de armas para cazar. Tradicionalmente, el objeto utilizado era el trabuco, el cual se ha ido sustituyendo por la escopeta, si bien esta arma no se puede utilizar, según la ley, fuera del coto de caza o del espacio dedicado al tiro al plato, donde está prohibido.
Todas estas cuestiones se irán dilucidando en próximas reuniones, por lo que todavía no está claro si se llegará a una solución antes de la procesión extraordinaria de la Virgen del Rocío por Almonte, que tendrá lugar el 17 de mayo. Al otro domingo, día 24, será la ida a la aldea, para celebrar la romería al otro fin de semana, siendo el 1 de junio el día de Pentecostés.
Las salvas de escopeta a la Virgen se producen cada vez que esta se mueve por Almonte y en los días previos, de ahí que se intente llegar a un acuerdo con la Subdelegación y los cuerpos de Seguridad del Estado para estas fechas, si bien ninguno de los representantes tanto del Gobierno Central como del Ayuntamiento condal puede asegurar que así sea.
Una de las cuestiones que han ido cambiando con el paso de los años es el de la masificación de personas. Cada año acuden más devotos a ver a la Blanca Paloma, siendo este uno de los escollos para preservar una tradición centenaria que cuando se inició no contaba con las características actuales, entre que el nivel de alerta antiterrorista a escala nacional es el 4, lo cual obliga a las autoridades a extremar las precauciones en el ejercicio de su responsabilidad.
Por otro lado, en la reunión también se abordó el asunto de las denuncias interpuestas por la Guardia Civil a los almonteños que tiraron salvas al aire desde agosto –cuando fue la Venida- a finales de año. En este sentido, fuentes municipales señalaron que estas siguen su curso como cualquier otra sanción administrativa, en cumplimiento de la norma.
Al hilo de ello, es la Ley Orgánica 4/2015 del 30 de marzo de Protección de la Seguridad Ciudadana la que en el punto 10 del artículo 36 habla de los aspectos más concretos relativos a la situación creada en torno a este asunto, diciendo que son infracciones graves “portar, exhibir o usar armas prohibidas, así como portar, exhibir o usar armas de modo negligente, temerario o intimidatorio, o fuera de los lugares habilitados para su uso, aun cuando en este último caso se tuviera licencia, siempre que dichas conductas no constituyan infracción penal”.
Una costumbre sobre la leyenda de la aparición de la Blanca Paloma
‘Se la encontró un cazador’. Así comienza una de las sevillanas rocieras más populares que hace referencia a la leyenda sobre cómo apareció la Virgen del Rocío. Esa leyenda es la que dio origen a los tiros al aire entre cazadores para anunciar y gloriarse de la Venida de la Virgen a Almonte. Así, las salvas se dan en cualquier momento de la estancia de la Virgen en el pueblo y antes de que llegue. Según la costumbre, un almonteño lanza un disparo al aire y le responde otro en un lugar distinto del municipio. De esta forma rememoran y ponen en valor quién se encontró con la Blanca Paloma, cuyo gremio sigue celebrando a día de hoy que así fuera. Asimismo, cuando la Virgen va en procesión por las calles de Almonte y durante el traslado, los almonteños también tienen la costumbre de ir tirando salvas, en espacios en los que suele haber un gran número de personas para ver a la Virgen.
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