La Banda de Música Villa de Nerva ofrece un sensacional concierto de homenaje al maestro Rojas con motivo del 125 aniversario de su nacimiento
El broche de oro al concierto lo puso el mejor pasodoble de la historia: ‘Nerva’
Más de un centenar de nervenses repartidos por el mundo se reencuentran en su pueblo natal
La Banda de Música Villa de Nerva ofreció ayer un sensacional concierto de homenaje al maestro Rojas, con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, en la plaza que lleva el nombre del compositor del famoso pasodoble Nerva, elegido recientemente el mejor pasodoble de la historia, según encuesta publicada por el Instituto Juan Belmonte (IJB) de la Fundación Toro de Lidia.
Para la ocasión, la directora de la banda nervense, Gloria Castilla, tuvo oportunidad de dirigir a sus músicos, ante la imponente escultura del insigne compositor, con la batuta del maestro Rojas, regalo que su viuda hizo al pianista Javier Perianes Granero, cuando ya apuntaba al reconocido pianista de talla internacional en el que se ha convertido con el tiempo.
Antes de iniciar el concierto, Castilla se dirigió al público que abarrotaba la plaza del Maestro Rojas para ensalzar la figura del genial compositor, “a quien le debemos, entre otras composiciones, el Nerva, ese archiconocidísimo pasodoble interpretado por bandas, agrupaciones y orquestas de prácticamente toda la geografía peninsular y extranjera que siempre tiene un hueco en el corazón de los y las nervenses”.
Según aclara la directora de la banda, el Nerva ya estaba escrito en junio de 1930, pero no sería unos años más tarde cuando se llevase a imprenta. De él se conocen multitud de adaptaciones, algunas propias, otras transcripciones de diferentes autores. Es decir, que se ha explotado mucho, incluso haciendo de su solo, una cadencia romántica: “Sobre ese tema hay opiniones y gustos infinitos. A nosotros, nos gusta minimalista porque menos es más. Sin embargo, el Nerva es la puntita del iceberg que se ve, que todo el mundo conoce y disfruta a partes iguales, pero, ¿qué hay más? ¿qué otras composiciones del Maestro vieron la luz? ¿y cuáles de ellas no tuvieron la misma suerte o quedaron perdidas para la eternidad? Abordaremos todos esos temas en lo que queda de año”.
El concierto estuvo dedicado íntegra y exclusivamente al maestro Rojas, con melodías adaptadas por el exdirector de la banda, Julio Jurado, para el disco Recordando al Maestro (1999), e interpretando una muestra de pasodobles, en la que abundaron, como es costumbre en las composiciones de Rojas, los solos: El Álamo, Aroche, Alamillo, Bonares, Valverde del Camino.
También ofrecieron una muestra de pasodobles que presentan las mismas características, pero dirigidas a entidades y personas, a diferencia de las anteriores: Casino de Rociana, Solera Gutiérrez, Pajarraco, Manolo González.
El broche lo pusieron la banda y el Coro- Coral del Centro de Participación Activa de Nerva, dirigido por Rafael Sánchez, con la interpretación de Nerva y Los Campanilleros, obra escrita por Rojas con letra de José María Morón en la que se identifica claramente la antaña noche nervense.
Durante todo el concierto, el pintor Abraham Pinto, ganador en varias ocasiones del Certamen de Pintura al Aire Libre Villa de Nerva, se encargó de plasmar en lienzo el momento con una obra pictórica que permanecerá en poder de la Banda de Música Villa de Nerva, tras exponerse durante algunos días en el Museo Vázquez Díaz, y de la que sortearan una reproducción en lámina. El artista recogió una reproducción de la plaza del Maestro Rojas a escala en señal de agradecimiento, al igual que hicieron el director del Coro-Coral del CPA de Nerva, Rafael Sánchez; la solista, Mónica Ayala; y la directora de la banda, Gloria Castilla.
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