Bendición de la Virgen de los Desamparados
La localidad se vuelca con la nueva imagen de la Hermandad del Cautivo El escultor onubense Elías Rodríguez Picón es el artífice de esta obra
Día grande en Aracena. Como en las grandes ocasiones. Todo de gala, humilde y sencillo. Y hasta el tiempo quiso acompañar, con un sol radiante, aunque excesivo calor al mediodía durante el traslado de la virgen.
La ciudad de Aracena cuenta ya con una nueva imagen: la Virgen de los Desamparados, la madre del Cautivo, humilde hermandad del Miércoles Santo y la única de las seis de penitencia que faltaba por tener su virgen, realizada por el escultor, también onubense, Elías Rodríguez Picón, presente en la bendición. El lugar fue la iglesia de Santa Catalina, como ocurriera con la imagen del Cautivo el 19 de marzo de 1991, con las hermanas carmelitas como mejores testigos. El pueblo de Aracena volcado, su comunidad parroquial con sus mejores galas (muchas mujeres de mantilla), todas las hermandades y cofradías, la corporación municipal con su alcalde a la cabeza, la hermandad de San Esteban de Sevilla, la del Cautivo de Huelva, las hermanas del asilo (Hogar Reina de los Ángeles de Aracena) y la junta de gobierno del Cautivo como anfitriona.
Como madrinas de la Virgen, las hermanas del asilo. Y como madrinas de testigo, la hermandad de San Esteban y la Redención de Huelva, esta última ausente en el acto (en parte, su papel lo hizo la hermandad del Cautivo de Huelva). La misa duró dos horas, comenzando con puntualidad a las once y media de la mañana. Larga como se esperaba, pero justa y necesaria para una ocasión que bien lo merecía. Protocolo bien cuidado, muchos detalles y algunos que se escaparon sin menor importancia. Solemne como Aracena sabe hacer y estar en las grandes ocasiones, pero también gracias a la participación, enorme, de la Coral polifónica Miguel Durán de Cumbres Mayores.
El momento esperado, la bendición, a las 12:20, a cargo del cura párroco local Longinos Abengózar Muños, quien hizo una gran homilía, como ya nos tiene acostumbrados, acordándose y recordando a todas las advocaciones marianas de Aracena. Además ofrendas, lecturas bíblicas y protocolarias, cánticos, rezos, aplausos, regalos, agradecimientos y sentimientos.
Y también lágrimas, de emoción, cuando la virgen se asomó por la puerta lateral de la iglesia de Santa Catalina, abarrotada de público. Imagen que llevaron primero, los costaleros de la hermandad y después el pueblo, tanto hombres como mujeres.
Bajaron por la calle Barberos para rodear el paseo por el lateral derecho y subir por Mesones hacia su nueva casa, la iglesia de El Carmen. Un traslado corto en distancia, pero tranquilo y largo en el tiempo. No había prisas, si calor, aunque la música de la Banda de Cornetas y Tambores de Aracena más el buen tiempo incitaba a quedarse en la calle.
Desde hoy la Virgen de los Desamparados está ya en su capilla, junto al Cautivo. Ahora el tiempo juzgará la fe y devoción de Aracena, ciudad mariana, hacia su nueva advocación presente y que, ya de inicio ha tenido gran acogida, aceptación y entrada triunfal en los corazones de los cebolleros y de los muchos serranos y visitantes ayer presentes. Eso sí, ahora calma, porque quedarán muchos años para verla en procesión, pero todo llega, como la virgen, que lo ha hecho faltando un año para que la hermandad cumpla 25 años de vida.
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