Cepsa sitúa La Rábida entre las primeras refinerías de España
Palos de la Frontera
Don Juan Carlos inaugura la ampliación de la capacidad de refino, que será de 9,5 millones de toneladas de crudo/año. · Producirá casi tres millones de gasóleo y queroseno, productos en los que España es deficitaria.
La refinería La Rábida está desde este miércoles entre las tres primeras del país por su capacidad de refino. Con la apertura de su nueva planta, la instalación palerma pasa de procesar 5 millones de toneladas de crudo al día a 9,5 millones y además lo hace incrementando la fabricación de destilados medios, productos como el gasóleo y el queroseno en los que España es deficitaria, por lo que contribuirá a reducir la dependencia energética del exterior.
El rey don Juan Carlos fue el encargado de inaugurar ayer la instalación, en pruebas desde el pasado mes de junio. Con el descubrimiento de una placa y la apertura simbólica de una válvula en un breve recorrido por la planta el Monarca daba la luz verde a la que es la mayor inversión de la historia de Cepsa (dejando a un lado la construcción de sus tres refinerías), con más de 1.000 millones de gasto y la generación de hasta 3.500 puestos de trabajo en los meses de pico de actividad. Una vez puesta en marcha, la refinería contara con 840 empleados y se sitúa, según aseguró ayer el presidente de Cepsa, Santiago Bergareche, como "una planta de refino de primer nivel internacional tal y como ya lo es San Roque". Así, si esta última (también de Cepsa) es capaz de procesar 250.000 barriles diarios de crudo, La Rábida tendrá capacidad para 190.000 barriles.
El proyecto de ampliación de la capacidad de producción de destilados medios surgió hace cinco años ante la necesidad de aumentar el suministro de gasóleo de automoción -por el fuerte incremento de los vehículos diésel- y el queroseno para aviación -algo relacionado con el crecimiento de los vuelos low cost-. Hace un quinquenio, el 55% del consumo total de productos petrolíferos respondía a destilados medios y de ellos, más de un tercio (14,5 millones de toneladas) tenía que ser importado ante la carencia de estos productos en las refinerías españolas.
Hoy, en plena crisis económica, el consumo de productos petrolíferos ha caído y la importación se ha reducido a 11 millones de toneladas anuales. Una cifra que bajará aún más gracias a la puesta en marcha de la nueva instalación, que producirá unos 3 millones de toneladas de gasóleo y queroseno al año, reduciendo en más de un 20% la dependencia energética del país en esta materia.
Además, la nueva instalación también mejorará la eficiencia energética y rendimiento de la refinería gracias a su unidad estrella, la de hidrocracking. Única en Andalucía, esta unidad permitirá a Cepsa aprovechar al máximo el rendimiento del crudo, convirtiendo en gasóleo y queroseno el último producto resultante del refino, el denominado crudo reducido (de escaso valor). La planta lleva incorporada una unidad de cogeneración, para la generación de energía eléctrica y vapor destinados al proceso de producción. En general, los nuevos procesos consumen más energía pero de forma más eficiente, en consonancia con la labor de mejora energética desarrollada por Cepsa en los últimos años (desde 1990 el consumo energético en sus instalaciones ha descendido a un ritmo del 1% anual).
Con la inclusión de estos procesos Cepsa consigue no sólo mejorar el rendimiento de sus instalaciones, sino también beneficios medioambientales. Así, no se producen incrementos en las emisiones de dióxido de azufre, ya que desde el diseño inicial no se incluía la posibilidad de usar fuel oil como combustible. En el caso del óxido de nitrógeno se llega incluso a disminuir las emisiones netas por parte de la refinería, con el empleo de quemadores especiales y la puesta fuera de servicio de instalaciones más antiguas.
Todas estas mejoras fueron explicadas ayer por los altos cargos de la compañía al Rey, representantes de las administraciones (encabezados por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García, y el alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero), de las patronales empresariales (entre ellos el presidente de la CEA, Santiago Herrero) y de otras compañías del Polo Químico y andaluzas (entre ellos, el presidente del Grupo Joly, José Joly Martínez de Salazar).
Ante ese auditorio, Bergareche destacó la ampliación de la refinería como un proyecto "clave para Cepsa, Andalucía y España", recordando que en la sociedad actual el 80% del consumo de energía es de origen fósil y de él un tercio corresponde al petróleo, porcentaje que no se espera que baje del 30%. Por eso, "una instalación como ésta es una apuesta de futuro" y tiene una importante repercusión en la economía y el empleo del entorno. Para los empleados tuvo también un recuerdo, en especial hacia los fallecidos en el accidente del pasado agosto, para los que "espero que este acto sirva de homenaje".
La repercusión sobre el entorno llega además en un momento crucial, como recordó el consejero delegado de Cepsa, Dominique de Riberolles, quien destacó que las mismas condiciones difíciles que han puesto a prueba a las refinerías europeas demuestran el "acierto" de Cepsa y consideró que las características de la inversión "dejan patente el papel fundamental que tiene nuestra industria en el desarrollo y la competitividad de la economía europea".
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