Condenada una mujer a seis años de prisión en Nerva por asestar dieciseis puñaladas a otra con la que "mantenía enemistad"
También han sido procesadas otras cinco personas a las que se considera autoras de un delito de omisión del deber de impedir delitos.
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La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a una mujer a seis años de prisión por asestar más de 16 puñaladas con un cuchillo de cocina a una mujer con la que tenía enemistad y con la intención de acabar con su vida.
La sentencia la considera autora responsable de un delito de homicidio en grado de tentativa, concurriendo la atenuante analógica de confesión, por el que además de la pena de prisión, le prohíbe aproximarse a menos de 200 metros y a comunicarse con la víctima por un periodo de 8 años.
Además, deberá de cumplir la medida de libertad vigilada por un período de cinco años con posterioridad a la pena privativa de libertad e indemnizar a la agredida en la suma de 335.945,33 euros. En la causa también han sido procesadas otras cinco personas a los que se las condena, como autoras de un delito de omisión del deber de impedir delitos, a la pena a cada una de 6 meses de prisión.
En los hechos se considera probado que la principal acusada mantenía una relación de enemistad con la víctima desde hacía un tiempo, por lo que el domingo 17 de enero de 2021, en previsión de que pudiera encontrarse con ella, cogió de su casa un cuchillo de cocina con una hoja de 8 centímetros de longitud. Sobre las 19:00 en una zona próxima al Helipuerto de Nerva, la acusada, que estaba con otras personas, al ver a pasar a la mujer, que circulaba en el interior del vehículo que conducía otra de las procesadas, se dirigió a ella a gritos, diciéndole: "Ven, párate, perra". La conductora del vehículo continuó circulando hasta una zona próxima en la que estacionó junto a un vehículo en el que se encontraba un conocido, bajándose ambas del coche. En ese momento llegaron dos vehículos dentro de los que circulaban la principal acusada y los cinco procesados restantes, los cuales conocían de las intenciones de esta. Una vez parados los coches, la primera, con ánimo de acabar con la vida de la mujer con la que estaba enemistada, se dirigió con determinación hacia ella, la agarró del cabello y comenzó a agredirla. En un momento dado, sacó el cuchillo que tenía en su ropa y le propinó hasta dieciséis puñaladas en cuello, tórax, abdomen, brazo izquierdo, glúteo izquierdo e ingle.
En el curso de la agresión, la mujer se desplomó al suelo y la procesada continuó apuñalándola y finalmente la empujó contra uno de los vehículos y le dio dos codazos más en la cabeza antes de ser separada de la víctima. Tras esto, los cuatro procesados que habían llegado con la agresora se montaron en los coches y abandonaron el lugar, mientras que la que condujo a la agredida hasta ese lugar trasladó a la víctima al hospital, si bien no acudió directamente sino que paró en el trayecto en casa de una amiga común.
Como consecuencia de la agresión la mujer sufrió múltiples lesiones muy graves que implicaron un importante riesgo vital para la lesionada y que en ausencia de una adecuada asistencia médica hubieran supuesto un importante peligro para su vida. Cuatro meses después de los hechos la agresora declaró en sede judicial y confesó los hechos, al tiempo que dijo estar muy arrepentida y pidió perdón.
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