Lisbet recibió múltiples puñaladas pero se defendió con un martillo

Crimen machista de Costa Esuri

La joven, de solo 28 años, iba a abandonar el domicilio definitivamente cuando se produjo el asesinato

Su marido, Erasmo Lazcano, recibió un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente

Los investigadores descartan la intervención de terceros y catalogan el crimen como machista

La pareja, en una imagen reciente, tomada en la Plaza XII de Octubre de Huelva capital.
La pareja, en una imagen reciente, tomada en la Plaza XII de Octubre de Huelva capital. / H. Información
Raquel Rendón

14 de junio 2019 - 06:05

Ayamonte/El sábado pasado Ayamonte amanecía con la terrible noticia del hallazgo de los cuerpos sin vida (con evidentes signos de violencia) de los cubanos Lisbet Lastre y Erasmo Lazcano en la vivienda conyugal de Costa Esuri. A las 8:30 se producía la primera llamada al 112 alertando de los gritos de auxilio que se oían en el domicilio del matrimonio, un chalé adosado del residencial Lomas de Esuri, en la urbanización Costa Esuri.

Cuando la Guardia Civil llegó a la casa de la calle José de Espronceda los dos estaban muertos. La Unidad Orgánica de Policía Judicial tomó de inmediato las riendas para esclarecer el caso, para el que el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Ayamonte, Ignacio Valledor, ha decretado el secreto de las actuaciones. Pese a que la investigación está en marcha, el asunto ha arrancado de inicio con el epígrafe de la violencia machista (así está catalogado en atestados y diligencias), principal hipótesis que se ha ido afianzando conforme avanzan las pesquisas.

Huelva Información ha podido saber que, a tenor de los resultados obtenidos hasta el momento, prácticamente se ha descartado ya la intervención de terceras personas en el suceso.

El domingo los facultativos del Instituto de Medicina Legal de Huelva (IML) practicaron las autopsias a Lisbet, que tenía solo 28 años, y a Erasmo, de 56. Ella presentaba múltiples puñaladas, como señalan las fuentes de este periódico, mientras que él había recibido un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente. Todo apunta, pues, a que Lisbet se defendió de su agresor con el martillo que portaba cuando fue hallado su cuerpo.

La autopsia será clave para determinar si Erasmo murió por las autolesiones o del golpe en la cabeza

Sin embargo, "ella fue la más perjudicada", remarcan las fuentes consultadas. De él queda por determinar si falleció debido a este golpe en la cabeza o a otras lesiones que podría haberse autoinfringido para suicidarse. El informe del forense arrojará las conclusiones definitivas.

Fuentes cercanas al matrimonio narran que ella, en la mañana del sábado, iba a dejar definitivamente el hogar conyugal para instalarse de forma permanente en casa de sus padres, también en Ayamonte. Lisbet había decidido poner fin a la relación hace algo menos de un mes y Erasmo no había encajado bien la ruptura. "Él estaba totalmente desesperado, deprimido, parecía un zombie".

Apenas quedaba una sombra del coronel del Ejército de Cuba, escritor y colaborador del diario luso Jornal do Algarve. Disidente del régimen castrista, se instaló con su mujer y su hijo de cuatro años en Portugal, donde sí había conseguido regularizar su situación como extranjero, "pero en España no tenía papeles ni había podido homologar su titulación en Psicología, por lo que se había quedado solo, sin su familia, sin dinero ni trabajo".

Lisbet y el niño que los dos tenían en común, de solo cuatro años, eran el centro de su universo, según señalan estas fuentes. "No estaba llevando bien la situación", enfatizan. "Había sido una eminencia y aquí no era nadie".

Ella sí tenía en Ayamonte a sus padres y vivía en situación regular. Hace unos meses decidió tomar las riendas de la floristería Iris, un trabajo de empresaria y florista con el que se sentía independiente y realizada.

Erasmo Lazcano, presunto homicida de su mujer, en la floristería que ella regentaba.
Erasmo Lazcano, presunto homicida de su mujer, en la floristería que ella regentaba. / H. Información

Sus allegados afirman que nunca fueron testigos de una actitud violenta de Erasmo hacia su pareja. "Siempre era un hombre respetuoso, no entendemos qué se le ha pasado por la cabeza", expresan.

Lo que sí tienen claro desde el entorno del matrimonio es que "dudamos que él lo tuviera planeado". Lo afirman con rotundidad porque Lazcano, pese a la depresión que presentaba tras la reciente ruptura, "mantenía sus objetivos de futuro, tenía unos pequeños ahorros que quería invertir en montar una tienda de ropa o de complementos traídos de Estados Unidos".

Tampoco paraba de dejar su currículo por todos los negocios de la zona. Necesitaba ingresos para no quemar el pequeño remanente ahorrado y quedarse sin materializar su sueño.

Erasmo había empezado a colaborar, además, con un herbolario y parafarmacia sito en la misma calle que la floristería de su expareja. Y ofrecía consejos y recomendaciones como "sociólogo y experto en relaciones familiares" en la sección Conócete a ti mismo de la página de Facebook Ayamonte Interesa, algo que hacía de forma altruista.

En estas últimas semanas Lisbet Lastre había dormido algunos días en la casa de Costa Esuri, aseguran las fuentes consultadas. "No quería que la separación fuera traumática para el niño".

Las fuentes informantes de este rotativo sospechan que aquella nefasta mañana del sábado pasado se despertó en el adosado, aunque el menor se había quedado (afortunadamente) a cargo de los abuelos, y que cuando informó a Erasmo de que no iba a volver, se desató la tormenta, una lucha encarnizada por defenderse de su presunto asesino de la que la joven no consiguió salir airosa. Tampoco él, aunque sí se llevó su vida por delante y ha dejado huérfana a una criatura de solo cuatro años.

No obstante, habrá que esperar a que avance la investigación de la Benemérita para conocer qué sucedió realmente en la calle José Espronceda. El secreto se mantiene todavía sobre las actuaciones, por lo que el hermetismo impera en el caso.

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