El Dolmen de Soto vuelve a estar abierto al público con todas las garantías frente al covid

Se mantiene la reducción de aforo y la reserva de entradas on line para visitar el monumento

El Dolmen de Soto reabre para disfrute de todos los visitantes. / Manuel Aranda
Europa Press

06 de septiembre 2020 - 13:58

Trigueros/El Dolmen de Soto, uno de los atractivos turísticos de la provincia, ha vuelto a abrir sus puertas a los visitantes tras el cierre preventivo realizado debido al brote de casos de covid-19 que se declaró en Trigueros y que llevó también al Ayuntamiento a tomar una serie de medidas como la suspensión de las actividades de la programación de 'Las Lunas de Soto'.

Así, el monumento megalítico reabrió el martes sus puertas, de nuevo, con todas las medidas de seguridad precisas, según han informado desde el departamento de Turismo del Consistorio. De este modo, han recordado que, debido a la situación de pandemia, se mantiene la reducción de aforo y el sistema de reserva de entradas online debido a las restricciones y medidas preventivas ante la pandemia de coronavirus, así como se debe llevar mascarilla durante todo el recorrido.

De este modo, las visitas guiadas solo se harán los fines de semana en grupos de ocho personas como máximo, entrando en el interior del monumento de dos en dos. Se trata, como han indicado, de garantizar una visita segura y con todas las garantías. Por su parte, el resto de días de la semana las visitas se harán pero no de manera guiada. Además, han remarcado que, ya después del periodo de confinamiento, se establecido un protocolo estricto de limpieza y mantenimiento del Dolmen.

En la visita al Dolmen será obligatorio el uso de mascarilla desde la entrada al recinto monumental, así como la desinfección de manos y seguir un itinerario establecido de visita, entre otras medidas de seguridad. Ya en el interior, en la galería del dolmen, se llevará a cabo una normativa mucho más estricta que la habitual en cuanto al respeto a los elementos que lo integran y el modo de visita.

"Facilitaremos a los visitantes toda la información necesaria para realizar su visita como venimos haciendo desde siempre a través del Área de Turismo del Ayuntamiento de Trigueros, así como a través de todos los canales de distribución con los que contamos, página web, redes sociales", han continuado.

No obstante, este año no se va a celebrar en el dolmen su tradicional 'Milagro del sol-Equinoccio de otoño', que supone una adoración al sol que se cumple año tras año y que reunía a un gran número de personas, por lo que no se harán visitas con motivos de esta celebración.

Así, coincidiendo con los ortos solares en los equinoccio de primavera y otoño, el sol se convierte en protagonista de este mágico y especial momento en el Dolmen de Soto. Se trata de un peculiar momento en el que el primer rayo de sol comienza a iluminar la galería del monumento hasta alcanzar el fondo de la cámara funeraria.

Este ritual prehistórico constata el conocimiento pleno sobre los astros, el cielo y la propia naturaleza pues, es imposible explicar, como sin ningún tipo de instrumentación o adelanto tecnológico, pudiesen calcular de manera tan exacta esa orientación perfecta para que el sol recorra los 21 metros de galería alcanzando la zona más profunda del Dolmen.

El Dolmen de Soto es el monumento prehistórico más importante de la provincia, uno de los de mayor tamaño de Andalucía y de los más impactantes ejemplos del neolítico en el sur de la península. El dolmen se encuentra ubicado en la finca 'La Lobita' en término municipal de Trigueros y es una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental.

Datado entre el 3000 y 2500 a.c., el Dolmen de Soto es un monumento megalítico funerario de corredor de la Edad de Cobre. Además, forma parte de las construcciones dolménicas del occidente europeo y puede ser clasificado dentro del tipo de corredor y cámara en "V". Se halla cubierto por un túmulo y tenía un anillo perimetral de piedra que lo delimitaba.

Su estructura está conformada por una serie de dólmenes sucesivos formados por pilares como soportes verticales y losas de cubierta, todos ellos de arenisca y pizarra, y también de caliza y conglomerado de la zona, aunque de algunas de ellas la cantera más cercana se halla a unos 40 kilómetros de distancia, como en Tejada (Paterna-Escacena del Campo) y son de grandes proporciones y peso.

Con 20,90 metros de largo, es unos de los de mayor longitud de la península y el mayor de la provincia, lo que lo singulariza respecto a los demás dólmenes conocidos de Huelva. Su altura interior es igualmente considerable desde los 1,45 metros de la entrada, que progresivamente va en aumento hacia la cámara, donde alcanza los tres metros. El pasillo o corredor a cuatro metros de la entrada se estrecha mediante el enfrentamiento de dos ortostatos formando como una puerta de acceso al área que llega hasta la cámara. Los numerosos grabados que enriquecen sus paredes constituyen uno de los más importantes conjuntos simbólicos de la Península Ibérica y se hallan constituidos por simples líneas, cazoletas, "puñales", ídolos, figuras antropomorfas y otros signos.

Una de las particularidades constructivas más relevantes es su orientación hacia el este, coincidiendo su acceso con los ortos solares en los equinoccios de primavera y otoño. Esta intencionalidad constructiva indica aspectos cruciales respecto a la observación astronómica y su uso ritual. De esta manera los primeros rayos de sol en el equinoccio, avanzan por el corredor y se proyectan en la cámara durante unos minutos, en un rito donde quizás los difuntos renacían de la vida de ultratumba, bañados por la luz solar.

La propiedad del Dolmen de Soto es pública, dependiente de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que lo adquirió en 1987, declarado Monumento Nacional en 1931. En los años 80, un proyecto de recuperación y estudio de los megalitos onubenses, llevó a los investigadores a iniciar los trabajos de información arqueológica para la restauración del Dolmen de Soto.

En 2008 se concluyó la primera fase de la puesta en valor de este monumento, tras unas investigaciones que lo situaron, por su anillo perimetral de más de 60 metros, como una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental. En este estudio se pudo fijar mediante dataciones de carbono 14, la fecha de su construcción hacia finales del tercer milenio.

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